¿Qué significa ser mujer y soltera?  

Por Estefany López (FCPyS) y Vianey Mejía (FFyL)

En la actualidad el significado de la soltería ha cambiado: “estar solteras está de moda” (léase con tonadita sabrosona), sin embargo, aún se siente una presión social fantasma, que acecha la cotidianidad de las mujeres. 

La vida de cada mujer contemporánea sigue bajo las condiciones de la hegemonía patriarcal, la opresión que vivimos las mujeres sigue presente y, aunque tengamos nuestros logros, parece que la realización de una mujer, su meta, su sueño, su destino, es tener un rol como madre y  como esposa (pero todo al mismo tiempo).

El estigma de la madresposa

Marcela Lagarde denomina a este papel como el de la “madresposa”, en su libro Cautiverios de mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Si comparamos los otros papeles, parece que para el funcionamiento “normal” y amoroso de una sociedad, el papel de la madresposa es la única vía de felicidad.

La maternidad debe ser primero que la salud: pensemos en todas las novelas y películas donde la madre arriesga su propia vida con tal de que su hijx nazca, a pesar de que quede huérfanx. Según nuestras sociedades, hacer lo contrario hablaría mal del “buen corazón” de esa mujer, antes que todo y nada están sus hijos, incluso que sí misma. ¿Pasa lo mismo con los varones? Ni soñando.

Este ideario es uno de los que más vulnera a las mujeres, ya que anteponen sobre todo a la maternidad: a su crecimiento económico, personal y profesional. Además, debemos considerar que el trabajo doméstico viene en combo al tener hijos o familia, además  del trabajo remunerado que pueda hacer fuera del hogar y también el trabajo político o de organización social y colectiva: ¿qué tenemos?, mujeres exhaustas. 

Violencia de pareja

Esto las deja en estado total de indefensión ante la violencia doméstica. Pues parece que se aíslan para entrar al nuevo mundo de las madresposas, dejando de lado su capacidad de aprender, incluso si ese aprendizaje les ayudará a defender sus derechos cuando sea necesario, sus amistades y lazos familiares de apoyo.

 En México la violencia familiar es un problema grave que lamentablemente es muy común;  La CNDH la define como “un acto dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier integrante de la familia; dentro o fuera del domicilio familiar.”

Al hacerse conscientes de esto, cada vez más mujeres deciden priorizarse a sí mismas, estudiar, trabajar, viajar y divertirse, pues por muy extraño que parezca, así como estudiar estaba prohibido para nosotras, la diversión y el tiempo libre parece que también nos es negado; dentro del paquete de madresposa, no está considerada la diversión ¿Recuerdas esos memes donde se burlan de las madres “solteras” que salen a divertirse? 

Si bien la soltería no es todavía una meta de la mayoría de las mujeres, sí existe una prolongación de la misma: ya somos libres de elegir con quién casarnos, somos más atentas a las red flags de nuestras parejas románticas, sabemos que la heterosexualidad no es la única opción, y algunas mujeres están incluso practicando la “soltería radical”.

Cifras en México: ¿cuántas personas solteras hay?

En México, según el INEGI 2020, hay un gran número de solteros: somos 126 millones 014 mil 024 de personas, de las cuales el 48.8% son de hombres y el 51.2% mujeres. Se calcula que la mitad de la población tiene 29 años o menos. Este es un gran indicativo de que la edad para casarse se aplaza cada vez más. ¿Le has preguntado a tus abuelitas a qué edad se casaron?

La Ciudad de México es el estado con mayor porcentaje de solteros con un 38.1%, mientras que Tabasco es la entidad con la menor cantidad de solteros con un 31.4%. En cuanto a las personas casadas, Zacatecas es el estado con el mayor número con un 44%.

Aunque estas cifras sólo reflejan hechos, pero no los deseos de estar o no en una relación, los motivos, los estigmas y las inseguridades, debemos tener en cuenta que nuestro valor como mujeres no es si estamos o no con alguien: nuestro valor también está en aquello que realizamos en el trabajo, en los estudios, con l@s amig@s, el descanso, en actividades deportivas, etcétera. 

La soltería no es un castigo

Cambiar los roles tradicionales seguirá siendo un desafío, pero hay prácticas que pueden ayudar: estar atentas en si existe un malestar al estar soltera y preguntarnos el porqué.

Si nos cachamos pensando en la soledad como algo negativo tendríamos que replantearnos desde dónde viene ese sentimiento, tenemos que pensar por qué miramos a la soltería como un momento indeseable experimentando en diversos ámbitos de la vida que trascienden a la pareja.

Como dijo Coral  Herrera: “Somos seres complejos y contradictorios que queremos ser completamente  libres y no soportamos la soledad. Nos atrae lo nuevo, lo raro, lo prohibido: por eso nos casamos, nos separamos, volvemos, probamos y nos juramos que para siempre o que nunca más.” 

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