Anónimo es una mujer: Virginia Woolf

Vianey Mejía (CIGU)

En este 2024 se cumplen 142 años del nacimiento de Virginia Woolf, una de las escritoras más entrañables para el movimiento feminista y de la diversidad sexual.

Recuperada y revisitada, no fue sino hasta la década de los setenta que las activistas feministas de la segunda ola la retomaron para hablar de la independencia económica que las mujeres deberían tener para lograr el acceso a otras libertades como el derecho a decidir sobre su propio cuerpo en temas sexuales y reproductivos, o derechos como el acceso a la propiedad y la educación.

“Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir”. Su ya célebre frase hace referencia a lo que otras muchas escritoras también se han enfrentado: la dificultad de dedicarse al mundo creativo e intelectual cuando se está atada a los roles de género que sobrecargan con dobles y triples jornadas no remuneradas a las mujeres. 

Virginia Woolf fue precursora y transgresora en más de una escena de su actuar por el mundo: fue una de las figuras más destacadas del modernismo literario, corriente vanguardista con la que buscaba la experimentación narrativa y la profundidad subjetiva por medio de estrategias como los monólogos interiores, o libre fluir de la conciencia.

Puso en el centro de sus historias a las mujeres, sus preocupaciones, y su vida como en Fin de viaje (1915), La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) y Una habitación propia (1929). Criticó el racismo, el imperialismo y la guerra en su obra Tres Guineas (1938) y probó imaginar cómo sería un mundo sin binarismo de género en Orlando: una biografía (1928).

En su vida privada las cosas no fueron distintas, se sabía que Virginia y sus amistades desafiaban la idea tradicional del amor; experimentó con nuevas formas de vincularse erótica y afectivamente: sus relaciones no eran monógamas ni heterosexuales, bien conocida es su relación con Vita Sackville-West, importante aristócrata de su época. 

Los últimos días de Virginia Woolf estuvieron marcados por la profundización de la depresión con la que se enfrentó casi toda su vida, por lo que el 28 de marzo de 1941 tomó la decisión de llenar su abrigo de piedras y arrojarse al río Ouse. Su cuerpo fue encontrado casi un mes después.

 

En nuestra página web podrás encontrar ésta y más historias sobre las mujeres que señalaron el rumbo del movimiento feminista en sus distintas etapas. Empecemos a hablar más de las obras, las películas, los escritos de las mujeres, frenemos aquella sentencia que Woolf ya denunciaba: «En la mayor parte de la historia, Anónimo es una mujer».