«13 de octubre: Día sin sujetador #Nobraday»

Por: Psic. Mariann Elizabeth Castillo Tovilla.

Fuente: Gaceta Fac. Psicología | Pag. 15

¿Cómo surgió?

En 2011 se celebró por primera vez el Día Sin Sujetador, en el contexto de la Cuarta Ola del Feminismo, que reavivó el debate sobre el uso del sostén. Este día fue creado por la usuaria de Facebook Anastasia Donuts el 9 de julio, entonces, ¿Por qué se celebra el 13 de octubre? Se trasladó a este día debido a que octubre es el mes de la concientización sobre el cáncer de mama, buscando visibilizar la libertad y autonomía que tienen las mujeres sobre elegir si usar o no brasier (Dommarco, 2021).

Históricamente se han impuesto normas sobre cómo debe ser representado el cuerpo de la mujer. Estas normas han sido una forma de violencia, represión y opresión, especialmente al diseñar y moldear el cuerpo femenino, como es el caso del brasier (Olguín & Resendiz, 2024).

Su uso se remonta al Imperio Romano, donde se utilizaba para acentuar los senos y destacar la feminidad, estableciendo así una exigencia de belleza femenina. Durante la Ilustración (siglo XVII), surgió la Primera Ola del Feminismo, en la que las mujeres comenzaron a rebelarse contra el uso del corsé, considerándolo una restricción social. En la Segunda Ola del Feminismo, se vivió la transición del corsé al brasier; sin embargo, fue durante la Tercera Ola cuando las mujeres empezaron a percibir el uso del brasier como una imposición patriarcal. En 1967, durante un concurso de belleza, un grupo de mujeres protestó quitándose los brasieres, un acto que más tarde sería conocido como “la quema de los brasieres”, convirtiéndose en un poderoso símbolo feminista. Este acto planteó la necesidad de prescindir de una prenda que moldea y estructura el cuerpo femenino, y que se ha convertido en una exigencia social de belleza y estética impuesta sobre las mujeres (Olguín & Resendiz, 2024).

¿Crítica social?

De acuerdo con Ley Lucero Chávez (Olguín & Resendiz, 2024), hay un estigma social sobre las mujeres que no usan brasier, pues llegan a ser catalogadas como descuidadas o que tienen la intensión de seducir a los hombres.

No obstante, hay que considerar que este estigma y su significado es parte de una construcción social, ya que el cuerpo y la forma en el que lo concebimos es algo que se ha construido a través de la cultura y la socialización.

Si lo pensamos, los hombres sí pueden mostrar los pezones sin ningún juicio social, en cambio, si una mujer lo hiciera sería reprimida y juzgada, pues a su cuerpo se le han puesto restricciones y limitaciones en lo que puede o no mostrar, en lo que debe o no usar. Es por esto que se obliga a las mujeres a usar el brasier, aunque muchas mujeres consideran que el no usarlo les hace sentir más cómodas, pues les permite mayor movilidad y libertad (Olguín & Resendiz, 2024).