Reflexiona panel en la UNAM sobre el género y la construcción de paz
Por Valeria León (becaria de la Unidad de Comunicación en la CIGU).
En el marco de la Primera Semana Nacional de Cultura de Paz en la UNAM, se llevó a cabo el Panel 6 sobre Género, Diversidades y Paz, moderado por Norma Blazquez Graf, titular de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU). Desde la universidad “hablar de cultura de paz implica reconocer la enorme responsabilidad que tiene nuestra institución en un contexto nacional marcado por la violencia, la polarización y la desigualdad”, mencionó en la apertura del panel.
La cultura de paz, de acuerdo a la Dra. Blazquez, es la construcción activa de condiciones de igualdad, de inclusión y de justicia que hacen posible una convivencia respetuosa y de buen trato. Menciona que la paz está vinculada directamente con la igualdad de género y con la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación que se viven en las comunidades universitarias.
En el contexto de la cultura paz que busca erradicar las guerras, el genocidio que se vive hoy en día en Gaza o el crimen organizado en nuestro país, es importante nombrar también las acciones para terminar con los feminicidios, la violencia familiar, el abuso sexual, y todas las formas de violencia que enfrentan las mujeres y las personas de la diversidad sexo genérica. La Dra. Ana Buquet, ex Directora del PUEG, cita a Francesca Gargallo con relación a la problemática: “se ha producido y reproducido el sexismo, la misoginia, el machismo, la homofobia y la transfobia, entre otros fenómenos totalmente opuestos a la paz”, refiriendo a la situación que aún se vive dentro de las instancias académicas.
Para Buquet, las universidades pueden y deben ser protagonistas en la eliminación de la violencia de género, desde la transformación estructural hasta la creación de instancias especializadas. A partir de los estudios de género y feministas, se ha puesto en la conversación la valorización del trabajo de cuidados y de la división sexual del trabajo, mismos que promueven que se cultiven las relaciones interpersonales, así como la responsabilidad por nosotrxs mismxs, por lxs otrxs y por el entorno natural.
Diversidad de voces
Durante el panel hubo una diversidad de voces interdisciplinarias, principalmente de la UNAM y del IPN, del que la Dra. Martha Tronco Rosas, fue fundadora y directora de la primera unidad politécnica de gestión con perspectiva de género. Tronco enfatizó la importancia de entender el panorama universitario en la toma de decisiones para la erradicación de la violencia de género, tales como los indicadores de malestar de la comunidad ante las dinámicas de violencia entre la juventud politécnica. Mencionó cómo atender a ello resultó en su momento en la creación de materiales como el violentómetro y en programas de sensibilización sobre temas de género, protección a la comunidad, deporte, arte y cultura para el cuerpo docente y estudiantil. Asimismo, invitó a repensar las formas de generar conocimiento y de crear espacios libres de discriminación.
De acuerdo al Dr. Alí Siles, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), históricamente se ha valorizado el sistema vertical hegemónico que prioriza a lo masculino, que construye nuestra forma de existir y ser en el mundo. Insiste en reflexionar sobre estos procesos para lograr la paz dentro de esferas institucionales y académicas, que no son ajenas a los espacios fuera de las universidades, sino un reflejo de la sociedad en general. Este reflejo también exhibe las circunstancias de desigualdad en las que viven ciertos grupos, como las personas indígenas.
“La cultura de la paz también es que aprendamos a escuchar y a incluir otras lenguas, si no incluimos otras lenguas y otros rostros, no estamos construyendo paz”, comentó en su lengua materna Eufrosina Cruz Mendoza, escritora, conferencista y primera mujer presidenta del Congreso de Oaxaca.
Las ponentes coinciden en los grandes retos respecto a la diversidad de idioma, de identidad, de cultura, que deben ser considerados en las políticas públicas para lograr la igualdad para todas, todos y todes. De acuerdo a la Dra. Guadalupe Barrena, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género, hay que entender a la universidad como un espacio que debe promover y proteger las libertades.
Finalmente, instan a la creación de espacios de diálogo, reflexión y sensibilización, especialmente entre jóvenes, con la finalidad, entre otras cosas, de reconocernos como potenciales generadoras de violencia pero también como potenciales generadoras de paz. Esto en el contexto actual de una polarización del pensamiento, dentro y fuera de los espacios universitarios.
Foto: Michelle Ortiz (CIGU).
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