La maternidad es un constructo sociocultural

Su ejercicio no está anclado necesariamente al cuerpo de la mujer: Norma Cruz Maldonado de la ENTS

Fuente: Gaceta UNAM May 20,2024

 

Hoy, ser mamá tiene implicaciones diferentes a las que había en el pasado, donde existía un sólo modelo de maternidad, y se esperaba de las mujeres que tuvieran hijos y fueran “buenas madres”, afirmó Norma Cruz Maldonado, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

En la actualidad no sólo hay diferentes maternidades, sino que el ejercicio de éstas no está anclado necesariamente al cuerpo de la mujer, detalló la experta al participar en el Segundo seminario permanente sobre necesidades y problemas sociales en México: Trabajo de cuidados en contextos de desigualdad social.

La maternidad, explicó, también es un constructo sociocultural, multideterminado y definido por normas que se desprenden en un grupo social específico y en una época definida. Por eso hoy son diferentes.

Por ejemplo, cuando nos referimos a una madre en la actualidad, no necesariamente hacemos alusión a una mujer heterosexual; también hay que reconocer a las maternidades lésbicas y trans.

En la sesión dedicada a Maternidades en contextos de desigualdad social, detalló que hoy las mujeres tienen la posibilidad de decidir no tener hijos, o cuándo ser madres, cuántos hijos desean tener, y con quién y cómo tenerlos.

En México, las que han decidido ser madres son, según cifras del INEGI, 35 millones 221,314. De las mujeres mayores de 15 años, 72 % son madres, es decir, siete de cada 10 en ese rango de edad reportan tener algún hijo.

Además, precisó, en 2022 se identificaron 30.89 millones de mujeres de 15 años y más que viven con algún hijo o hija y, de ellas, 10.2 millones no tiene cónyuge, lo que representa 33 %. Del total de madres sin pareja, 79.1 % estuvo alguna vez unida y actualmente se encuentra divorciada, separada o viuda, mientras que el restante 20.9 % se declara como soltera.

De las mujeres que tienen hijos, 57 % cuenta con educación básica; 19 % ha cursado educación media superior, y 17 % tiene educación superior; 1 % reportó no contar con ningún nivel de escolaridad.

Norma Cruz Maldonado recalcó que las entidades donde hay menor nivel de escolaridad, como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, las mujeres tienen un mayor número de hijos.

En la sesión a distancia, la universitaria mencionó que la tasa de fecundidad ha tenido una disminución importante, y prácticamente a nivel nacional el promedio de hijos por mujer es de dos.

Ello se debe, explicó, al incremento de la escolaridad en la mujer, el acceso a métodos anticonceptivos, el hecho de que ellas sean más autónomas en la toma de decisiones sobre su cuerpo, la legislación sobre el aborto seguro, su incorporación al mercado laboral, etcétera.

La profesora de la ENTS refirió que el mayor número de nacimientos a escala nacional lo tienen las mujeres entre 20 y 24 años. “Desafortunadamente, también hay un número importante de nacimientos entre adolescentes, así como entre las mayores de 35”.

La especialista dijo que existe un vínculo indisoluble entre la maternidad y los trabajos domésticos y de cuidados que, por mucho tiempo, colocó a las mujeres en el espacio privado. Su presencia en el espacio público ha crecido de manera paulatina por cuestiones de carácter social, económico y jurídico que se ha gestado a lo largo de la historia.

No obstante, la sociedad etiqueta a las mujeres que trabajan y tienen que dejar a los hijos en la guardería o al cuidado de algún familiar. “Ese proceso, que nos atraviesa, implica aspectos fisiológicos, psicológicos y emocionales, y aun así se nos sigue sancionando por tratar de cubrir los dos roles: el de la maternidad y el de la mujer productiva, trabajadora e independiente económicamente”.

Asimismo, recordó que, aunque las mujeres tengan una actividad remunerada, también deben cumplir el cuidado de los hijos y del hogar, lo cual implica una triple jornada laboral. Al abundar en el tema del empleo, expuso que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (2021), había 51.7 millones de mujeres de 15 años de edad o más. De ese total, 44 % formó parte de la población económicamente activa (PEA), es decir, 22.8 millones.

De las que forman la PEA, 56 % desarrolla una ocupación informal. Pero ese no es un aspecto meramente numérico, sino cualitativo: prácticamente 55 de cada 100 mujeres se ocupan en actividades de comercio, de la industria manufacturera y de servicios, lo cual tiene una gran repercusión en la calidad de vida femenina.

Es así porque en nuestro país la seguridad social está anclada al empleo formal, y de ese modo, ellas no tienen seguro por riesgos de trabajo, por enfermedad, maternidad, invalidez, por retiro de cesantía y edad avanzada, y vejez. Tampoco pueden acceder a guarderías y prestaciones sociales como aguinaldo.

Todo ello ocasiona que las mujeres y sus hijos tengan una calidad de vida inferior o circunstancias difíciles en sus trayectos de vida, concluyó.