Fuente: Gaceta UNAM
La tecnología debe ser inclusiva, de fácil acceso, y segura para todas
Por: Leonardo Frías Cienfuegos
El uso cotidiano que las mujeres hacen de la tecnología puede representar un riesgo. Según ONU Mujeres, en 51 países, 38 por ciento de las mujeres han padecido violencia en línea. Dicha situación se busca erradicar a través de la alfabetización mediática, advirtiéndoles los riesgos, así como las posibilidades, para que saquen el mayor provecho de dichas herramientas de manera segura.
Así lo afirmó Carola García Calderón, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), al poner en marcha el conversatorio “Por un mundo digital inclusivo: Educación y tecnología para la igualdad de género”, como parte de las actividades del 8M en esta Universidad.
Hoy en día, continuó, internet y los dispositivos móviles nos han dado un amplio acceso a la información; sin embargo, esta tecnología “sigue siendo lejana para muchas mujeres”. Algunas causas son la dependencia económica, así como una menor oportunidad de acceso a la educación.
En tanto, agregó, la mujer en la industria tecnológica está subrepresentada, sobre todo en los puestos de liderazgo. En desarrollo, innovación y diseño, estos cargos son ocupados sólo en un 23 por ciento por ellas. “Esto significa que a menudo se ignoran las necesidades y las perspectivas de nosotras en la creación de productos y servicios tecnológicos, haciendo evidente que el techo de cristal y la exclusión siguen presentes”.
Ante esto, remarcó, hay que buscar alternativas para que la tecnología sea inclusiva, de fácil acceso y segura para todas, y llevarlas a cabo en nuestra sociedad con el principal objetivo de erradicar cualquier tipo de violencia de género.
Palabra escrita
Alejandra González Bazúa, académica de la FCPyS, doctora en Estudios Latinoamericanos, aseguró que se ha relacionado el menor acceso a las tecnologías de las mujeres con las labores de cuidado.
“Durante la pandemia, las mujeres investigadoras publicaron menos que los hombres y se presentaron menos en los medios de comunicación. La desigualdad en las labores de cuidado es un elemento explicativo contundente de eso”, aseguró.
“Las mujeres que escribimos también estamos luchando”, sentenció. “Aun cuando suscribo esta frase, es importante la defensa de la oralidad, la escucha de nuestras abuelas, la enunciación del mundo en lenguas cuya lucha es por la subsistencia del habla, y no tanto de la escritura”.
La también historiadora indicó que las mujeres navegan menos en internet y son menos propietarias de cuentas de servicios tecnológicos.
“Entre 84 y 91 por ciento de quienes editan páginas de Wikipedia son hombres. Una de las causas es la falta de tiempo de las mujeres, tiempo de vida delineado por otras relaciones de poder, además de la poca confianza y autoconfianza en ellas.”
Históricamente, las mujeres han publicado menos que los hombres. Ello se explica por la práctica de mandatos patriarcales que consignan el espacio público para ellos; la palabra escrita fue un espacio de disputa y conquista, y lo sigue siendo: “Si antes las mujeres lucharon por publicar en periódicos y revistas, hoy podemos decir que las luchas siguen vigentes”.
El conversatorio fue moderado por Mónica Susana Amilpas García, y también intervino Carolina Pacheco Luna, ambas docentes de la FCPyS. Esta última afirmó que internet sigue siendo una red no segura para las mujeres.
“La verdad es que no lo es, por eso hay que cuidarnos, porque nos ponemos en riesgo. No es un tema moral, se trata de una cuestión política y social, hay que aminorar las vulnerabilidades y no abrir ligas, por ejemplo, porque son modos de violencia ocultos. No hay ninguna violencia provocada por las mujeres; ellos son los que deciden hacerlo, porque es parte de un sistema patriarcal”, concluyó.
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