Día 4 de activismo: «Las Patronas de Veracruz»

Por Vianey Mejía (FFyL)

Conocidas como «Las Patronas» por el nombre de la comunidad veracruzana donde viven, conocidas en el mundo entero por lo que hacen.

Las Patronas de Veracruz son un grupo de mujeres que desde el año de 1995 obsequian esperanza y solidaridad a las y los migrantes que se dirigen a Estados Unidos.

Cada día preparan alrededor de 30 kilos de arroz y frijoles, con el objetivo de alimentar a 800 personas migrantes provenientes principalmente de México y Centroamérica, quienes buscan llegar a Estados Unidos y encontrar ahí alguna actividad remunerada, debido a la escasez de oportunidades de trabajos bien pagados en sus países de origen.

Acción y sentido de urgencia

A estas alturas de la discusión quizás podamos comprender que, como hemos visto en los artículos anteriores de esta campaña, los acontecimientos históricos que pesan sobre nuestro continente mantienen a las inmensas mayorías de su población bajo el yugo de la violencia estructural, traducida en desempleo, pobreza, delincuencia, agresiones e inseguridad. 

Las personas que buscan ponerse a salvo de estas situaciones deleznables optan muchas veces por trasladarse a otro país con “mejores condiciones”, sin embargo, las narrativas de inferioridad y desprecio hacia nuestros pueblos, convierten a estas personas en “migrantes”. 

Esta calidad de ser “migrante” les invisibiliza a los ojos de los gobiernos que quieren pretender que tienen control de sus poblaciones: parece que ningún dirigente de país latinoamericano alguno va a reconocer que es incapaz de garantizar una vida digna a sus habitantes. Y parece también que el país destino seguirá pretendiendo que la migración es un “problema” con el fin de mantener en la ilegalidad su principal fuerza obrera, que parece ser la opción más rentable tras la abolición de la esclavitud.

Mientras tanto las vidas de las personas migrantes corren peligro en cada momento y frente al silencio de los dirigentes mundiales, las mujeres locales buscan soluciones.

«Madre, tenemos hambre, regálanos tu pan», fueron las palabras que cambiaron para siempre las vidas de Rosa, Bernarda, Lorena, Norma, Leonila, Julia y cada una de las mujeres que forman este grupo.

Desde entonces alimentan a las personas que cruzan el país, principalmente a quienes viajan a bordo del tren conocido como «La Bestia», y aunque no todos los migrantes logran atrapar alguno de los alimentos que ellas les acercan “el sólo verlas les llena de esperanza”.

Las Patronas han recibido varios premios y distinciones, entre los que destacan el Premio Nacional de los Derechos Humanos en el 2013 y el Premio Princesa de Asturias en 2015.

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