• Cumple Enrique Graue su primer año, del segundo periodo como rector de la UNAM
• La Universidad Nacional no se detuvo en los momentos más difíciles de la emergencia sanitaria y sigue avanzando
• El 2020, año de enormes retos que han puesto a prueba la fortaleza universitaria

El primer año del segundo periodo del rector Enrique Graue Wiechers al frente de la UNAM fue sin duda un año de enormes retos y de una extraordinaria  complejidad, en el que la institución no se detuvo y supo mostrar su fortaleza, creatividad y compromiso con los universitarios y con México.

La atención, estudio y contención de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus; la pronta reconversión de los procesos de enseñanza-aprendizaje hacia lo digital, la creación de miles de aulas virtuales y la adopción de plataformas para favorecer la educación a distancia en todos los niveles, fue sin duda una de las tareas fundamentales de la Universidad durante el primer año de labores del rector Graue.

También es de destacarse el fortalecimiento del marco legal y de la estructura de gobierno de la institución para ubicar la igualdad de género al más alto nivel, como un tema prioritario para la Universidad.

Otro de los puntos relevantes del primer año fue la expansión de la matrícula universitaria a través de la creación de nuevas carreras y de la apertura de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), en Mérida, Yucatán.

Atención a la pandemia

Desde finales de marzo pasado, cuando la pandemia obligó al confinamiento de los universitarios y del país, la casa de estudios sumó su conocimiento, talentos y capacidades a los esfuerzos realizados por diferentes instituciones nacionales para contener la propagación del coronavirus.

Ante el distanciamiento social, la Universidad llevó a cabo una serie de medidas en prácticamente todas las disciplinas del conocimiento y sumó capacidades para conocer y entender científicamente la dinámica de la pandemia. Lo mismo en asesoría a instituciones de gobierno o en investigación biomédica, que en el diseño de equipos y dispositivos médicos, o en atención psicológica, económica, jurídica y de género, a miles de universitarios y universitarias, así como de mexicanas y mexicanos.

Las actividades emprendidas en los ámbitos educativo y cultural estuvieron dirigidas no solo a la comunidad universitaria, sino a la sociedad en general. Esta oferta educativa es la más amplia que institución alguna brinda en el país y la actividad cultural registró un crecimiento explosivo, con un alcance en redes sociales de 12 millones de personas.

Un problema que mereció particular atención de los especialistas de la Universidad es el de las violencias de género e intrafamiliar, que se han visto agravadas por las condiciones de encierro y, en gran número de casos, de hacinamiento.

Pero tal vez el principal tema al que la Universidad tuvo que enfrentarse en este episodio de emergencia es el de la desigualdad, el de las carencias económicas que enfrentan muchos universitarios y universitarias. Llevar la educación a distancia a sus hogares le significó a la institución un reto formidable. Siete de cada 10 alumnos y alumnas no cuenta con una computadora propia en casa o con servicio de internet apropiado para seguir sus clases.

Frente a semejante realidad, la casa de estudios puso en operación seis centros de cómputo, llamados PC PUMA, en instalaciones universitarias ubicadas en diferentes puntos de la Zona Metropolitana, en los que ofrece alrededor de mil 200 computadoras con internet para todos aquellos estudiantes o docentes que deseen llevar a cabo desde ahí sus actividades académicas. Igualmente adquirió más de 20 mil tabletas con internet, que entregará en préstamo a los estudiantes más necesitados.

Al mismo tiempo, capacitó a más de 12 mil profesores, que así lo requirieron, en el mejor uso y aprovechamiento de las plataformas digitales para impartir clases a distancia.

En realidad, las acciones y medidas desarrolladas por la Universidad en relación con la pandemia se cuentan por cientos. Algunas de ellas son las siguientes:

•        Desde marzo a noviembre, la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, conformada por médicos de primer nivel, ha generado propuestas y lineamientos para evitar la propagación del virus.

•        Se mantiene en operación, desde los primeros días de la epidemia y hasta la fecha, el Centro de Diagnóstico COVID 19, que ha brindado servicio integral de diagnóstico a miles de personas.
•        Desarrolló nuevas herramientas de diagnóstico de la enfermedad, incluyendo biosensores y plataformas para producir vacunas.

•        Expertos trabajan en la obtención de la vacuna.

•        Participa en la transportación de las muestras biológicas del virus.

•        Diseñó insumos médicos y dispositivos como ventiladores o respiradores artificiales, así como piezas para reparación de equipos.

•        Entregó más de medio millón de kits de protección para médicos residentes y enfermeras que colaboran en centros de salud del país.

•        Sus médicos dirigen y operan la Unidad Temporal Hospitalaria COVID-19, instalada en el Centro Citibanamex.

•        Opera la plataforma de información geográfica sobre COVID-19, que incluye información estadística de todo el país en tiempo real y un índice de vulnerabilidad por estados y municipios.

•        Puso en marcha el “Observatorio Jurídico de la Pandemia”, para orientar a la ciudadanía sobre problemas legales originados por la epidemia.

•        Entró en operación el Campus Virtual, con más de 20 mil aulas virtuales, con todos los recursos educativos disponibles.

Igualdad de Género

En febrero pasado fue creada la Coordinación para la Igualdad de Género, como parte integral de la estructura universitaria, cuyo objetivo es implementar las políticas institucionales sobre la materia e impulsar una estrategia permanente de educación, así como programas de superación y actualización docente y renovación de estímulos.

Adicionalmente, el Consejo Universitario aprobó cambios en la legislación universitaria, mediante los cuales se califica la violencia de género como “causa especialmente grave de responsabilidad”.

Otorgó también facultades a la Defensoría de los Derechos Universitarios Igualdad y Atención de la Violencia de Género sobre el tema y estableció la paridad en la integración del Tribunal Universitario.

Comunicado publicado en DGCS | 19 de noviembre 2020