En su serie “Manifestantes” reinterpreta las protestas feministas
«SU BORDADO RETA LO QUE “DEBE” SER EL CUERPO DE UNA MUJER»
Fuente: Gaceta UNAM Jun 2, 2025
Por: Helena Chávez / Instituto de Investigaciones Estéticas

“Manifestantes” (2021-2022), de Tania Candiani, es una serie de bordados de imágenes de mujeres a gran escala, tomadas de fotografías de protestas feministas alrededor del mundo: El Cairo, Ciudad de México, Nueva Deli, Santiago, Valparaíso y Quito, por mencionar algunas.
Candiani toma las fotografías y las saca de contexto, es decir, remueve las imágenes de la circulación masiva de mujeres manifestándose en la prensa y redes sociales y las recrea, tomando sólo las siluetas de las mujeres, en telas rojas o negras, bordando en hilo blanco las figuras y acentuando los contornos con pinturas acrílicas de los mismos colores de las telas. Con ello, suspende las imágenes y las lee desde otro medio, donde éstas significarán y abrirán otros sentidos.
Si bien el bordado se ha considerado un oficio que es parte de lo doméstico, de un hacer femenino que utiliza el recurso para decorar la vida familiar, Candiani, como tantas otras artistas y activistas contemporáneas, retoma el bordado, desde otras tradiciones artísticas, como un medio para denunciar los lugares que se han designado como femeninos y explorar otras formas de reinterpretar, imaginar y proyectar lo que es y puede ser una mujer.
En el caso de Candiani, su trabajo en bordado se remonta a sus primeras obras, con la serie “Gordas” (2002), realizada en Tijuana, donde exploraba la representación de la gordura en mujeres desde diversos puntos de vista. En la obra de Candiani el bordado ha sido un medio para retar las representaciones dominantes y hegemónicas de lo que “debe” ser el cuerpo de una mujer. También ha utilizado esta labor, como en el caso de Nombrar el agua (2019), para visibilizar formas de designar el agua en diferentes lenguas originarias y retomar la tradición de una comunidad de la sierra huasteca en la que un día al año pasan una noche nombrando las cosas que existen para que al alba sigan existiendo.
La serie de “Manifestantes” comenzó” tras la Revolución diamantina, una protesta en Ciudad de México en 2019, en la que se denunció la violación de una adolescente a manos de la policía, y algunas activistas ante la presencia de las autoridades lanzaron puñados de purpurina morada y violeta. En el nuevo ciclo de protestas feministas, las imágenes de mujeres en la calle manifestándose y protestando se han vuelto parte de nuestro paisaje social, pero estas imágenes, como tantas otras de importancia política, se pierden en un océano de representaciones y medios visuales. Por ello, Candiani retoma esas imágenes para detenerlas, suspenderlas, darles un soporte material que permita, al aislar la silueta de los otros elementos, prolongar y profundizar los gestos, la intensidad, la fuerza de estos cuerpos. En la recuperación de Candiani aparecen mujeres anónimas señalando, gritando, cantando, haciendo pintas, hablando por un megáfono, tomándose de la mano mientras avanzan hacia algún lugar. Su forma contundente, pero sin bordes precisos, hace que todas seamos ellas, que ellas sean nosotras.

Con esta serie, me parece, Candiani hace dos operaciones, por un lado, reclamar el medio del bordado que ha sido considerado principalmente como una forma de expresión privada, para utilizarla en su sentido contrario, y así afirmar el poder del bordado como un medio público y, por tanto, como un medio de expresión que puede hacer política también. Y, por el otro lado, al explorar esta dimensión pública, insiste y fija la poética que le permite el dibujo en hilo para separar y reinterpretar el gesto de estas mujeres en su aparición en el espacio público. Con ello, ofrece a las espectadoras y espectadores una representación de mujeres desde el arte que se aleja de las representaciones históricas de éstas como sujetos privados, sumisos, domésticos, sosegados. En la obra de Candiani se palpa la fuerza de estas mujeres, su necesidad de tomar el espacio y aparecer. Su necesidad de ser sujetos políticos. Su potencia siendo sujetos políticos.
El trabajo artístico de Candiani, como comenta la curadora Virginia Roy, “resulta de una intersección entre diferentes tipos de lenguajes: fónicos, gráficos, lingüísticos, simbólicos y tecnológicos” 1 y, añadiría, como podemos ver en la obra “Manifestantes”, poéticos y políticos también. Este tipo de trabajo emerge de procesos de investigación que, para Candiani, podrían pensarse como una suerte de ars combinatoria, es decir, un juego con la posibilidad de combinaciones, donde no se trata de generar un método de conocimientos, “sino [de] una exploración creativa que otorga a la intuición un lugar de importancia para la producción de ideas donde convergen lo empírico, el azar y la serendipia”.2
La obra de Tania Candiani ha insistido en esta metodología intuitiva para explorar los medios históricos de producción (la máquina de coser, el telar, los instrumentos musicales, por mencionar algunos) con intervenciones artísticas que permiten sacar de quicio e indagar nuevas articulaciones que nos propongan otros sentidos. Por ello, es posible hablar de una poética en su obra, pues la artista está siempre buscando generar sentidos más allá de la literalidad de los medios, los dispositivos o los artefactos. Para ella, volver a los oficios, a la labor manual, a los textiles, a los cuerpos y las voces es una manera de poner énfasis en otras posibilidades de experiencia con los objetos que pueblan el mundo.
Su obra nos permite experimentar aquello que conocemos como distinto y extraño, novedoso y sorpresivo otra vez. Por ello, esos rostros y cuerpos que hemos visto una y mil veces en la prensa o en las redes sociales vuelven en otra materialidad, como una fantasmagoría agrandada, y se quedan con nosotras de otras maneras. Estos cuerpos en “Manifestantes” se vuelven presentes en los espacios del arte contemporáneo para generar otra historia de las representaciones de las mujeres, para reventar los límites de los medios y generar una poética donde todo puede ser reimaginado.
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