Filmoteca UNAM restauró y digitalizó su filmografía

«Dedican ciclo en CCU a Matilde Landeta»

Fuente: Gaceta UNAM Mar 03, 2025

Por: José Juan Reyes / Cultura UNAM

Lola Casanova (México, 1948). Foto: cortesía Centro de Documentación / Filmoteca UNAM.

Entre 1948 y 1951, la realizadora mexicana Matilde Landeta se abrió paso en una industria dominada por el machismo para escribir, dirigir y producir tres largometrajes que hablaban desde el feminismo y con honestidad de temas poco abordados en la época. Ser pionera del cine mexicano le costó la represión del medio cinematográfico y que no pudiera filmar otro largometraje de ficción hasta 1991, cuando dirigió Nocturno a Rosario.

Filmoteca UNAM ha restaurado y digitalizado la obra de la cineasta, y organizó, a propósito del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, un ciclo dedicado a Landeta para dar voz y hacer visible una de las propuestas cinematográficas más trascendentes e interesantes del cine nacional. Las cuatro cintas se proyectarán en la sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario (CCU) los días 5, 6, 7 y 9 de marzo.

Matilde Soto Landeta (Ciudad de México, 1913-1999) fue directora, guionista, adaptadora y productora de cine en el México de principios del siglo XX. Nació en una familia de clase alta que vivía en el Centro Histórico de la capital del país. Su viaje en 1927 a Estados Unidos significó su primer contacto con el mundo del cine, pues en la gran pantalla vio Old San Francisco, del director Alan Crosland. Cinco años después, de vuelta a México, decidió entregarse durante casi 60 años al séptimo arte.

En Lola Casanova (México, 1948), su ópera prima, se explora de manera positiva el mestizaje, retratando la leyenda de Casanova de la novela de Francisco Rojas González, donde una mujer europea y un hombre del pueblo originario seri, de la costa desértica del estado de Sonora, se enamoran, desafiando las convenciones del siglo XIX.

La negra Angustias (México, 1949), filme inspirado en un personaje real, y que constituye la primera novela de la Revolución, con una mujer como protagonista, también adaptada de una obra de Rojas González, retrata a una mulata, siempre rebelde frente al entorno machista, que se convierte en coronela del ejército de Emiliano Zapata.

Trotacalles (México, 1951) es la más icónica cinta de Landeta, coescrita con Luis Spota. Describe la relación de dos hermanas que el sistema patriarcal empuja a la prostitución, ya sea en la calle o en las altas esferas de la sociedad.

Finalmente, Nocturno a Rosario (México, 1991), aborda la vida y los amores del poeta Manuel Acuña, quien a los 24 años de edad se suicidó por el amor de Rosario de la Peña, consentida de la corte del emperador Maximiliano de Habsburgo.

Hugo Villa, director de la Filmoteca UNAM, destacó que “este ciclo no es ninguna graciosa concesión ni ningún acto de bondad; la producción de Landeta pertenece a esas voces que tienen derecho a ser escuchadas y a formar parte fundamental en la historia del cine mexicano. Es momento de sentarse a escucharlas, darles el lugar para que las nuevas generaciones conozcan estas cintas”.

“Durante muchísimos años, el cine mexicano se perdió de su trabajo por razones que ahora resultan innecesarias, movidas por criterios equivocados y guiados por prejuicios en vez de reconocer la potencia creativa que cineastas como ella demostraron en la pantalla. Vale mucho la pena verlas y aprovechar que las cuatro películas serán proyectadas con copias digitales de muy alta calidad para disfrutarlas a plenitud. Afortunadamente, la mayoría de sus copias estaban en magníficas condiciones y hemos podido trabajarlas de la mejor manera posible”, agregó.

Villa destacó que este ciclo será la primera ocasión en que están juntas sus películas, lo cual fue posible gracias a la colaboración de Ernesto Fernández Sánchez y Marcela Fernández Violante.

“Estarán disponibles para el público en el contexto de la conmemoración del ‘8M’ de este año. Así que es un privilegio tenerlas. Aunque, francamente, me siento avergonzado de que una directora tan solvente, con tantísimo qué decir y con tantas herramientas cinematográficas como Landeta, nos haya dejado tan pocas películas a causa de unos cuantos atavismos torpes y tontos que sólo le dieron la oportunidad de concretar los cuatro títulos”.

Señaló que su cine demuestra, a través de las tres primeras películas filmadas entre 1948 y 1951, que es posible descubrir el trabajo de una cineasta en niveles muy elevados: unas puestas en cámara notabilísimas, una capacidad formidable para dirigir actores y un sentido de la edición cinematográfica y del tiempo realmente notable.

“Es muy triste, pero ahora que ya hemos valorado su carrera y su enorme capacidad podemos ver estas películas. Mientras que, temáticamente, si bien es cierto que el cine de su época los tocaba de una manera muy inocente, Landeta habló de las diferencias sociales, el clasismo y el machismo, desde luego, bajo su propia mirada, que nos enseña formas y aproximaciones temáticas que de otro modo no se podrían haber percibido. Las hace menos clichés y folclóricas, y las aborda más desde la emoción, desde el impulso personal. Es un aspecto muy interesante en su obra como directora”.