María Zambrano, mujer de libertad
Por Romina Pinet (FA)
María Zambrano, escritora y filósofa española, nació el 22 de abril del año 1904 en Vélez-Málaga. Mujer desplazada, forzada a dejar su país y obligada a deambular sin un lugar al cual llamar hogar. “Habitante del interminable país del exilio”, en el que permaneció 40 años y cuyas experiencias dentro de él quedaron detalladamente plasmadas en los textos de la escritora.
Estudió en Madrid la licenciatura de Filosofía, lo cual era algo inusual para una mujer de su época. Durante su estancia en la universidad, Zambrano mostró una postura y pensamiento crítico, además de participar en movimientos estudiantiles, colaborando en diversos boletines e impartiendo cátedras magistrales.
En sus primeros ensayos, se logra entrever a una joven filósofa deseosa de estar a la altura de su generación y del nuevo tiempo que le tocaría vivir, en el que se vislumbra un nuevo rol para la mujer española, fuera del entorno doméstico. En 1930, escribió su primera obra Nuevo liberalismo el cual se sitúa en el contexto político de España, a casi diez años de la Guerra Civil Española.
Zambrano en México
En 1939 abandona España para llegar a Francia, empezando así su recorrido por distintas ciudades del mundo como París, Nueva York o La Habana. En febrero del mismo año llega a México, específicamente a Morelia, en donde dió clases en la Universidad de San Nicolás de Hidalgo de Morelia. Así mismo, durante su estadía en el territorio mexicano, redactó dos ensayos que manifiestan su exilio “Pensamiento y poesía en la vida española” y “Filosofía y poesía“
La obra zambraniana aborda en ensayos y libros, temas no tan explorados por filósofos como: el sueño, la poesía y el saber femenino. Su obra se compone por textos de denuncia y reflexión, en los que acusa el nulo papel de las mujeres en la sociedad como consecuencia del dominio absoluto y controlador del hombre.
La igualdad entre géneros
Como tal, Zambrano no creía en el término «feminista», ella creía en la libertad, en el derecho implícito a la igualdad por ser personas. Por medio de su trabajo posibilitó la expresión de las mujeres, en su pluralidad y diversidad, atendiendo a figuras reales. Reconoce a las mismas como un individuo capaz, con la facultad de descubrir, cuestionar, investigar y alcanzar respuestas.
La autora no se limita a evidenciar la desigualdad entre el hombre y la mujer, también ejerce su libertad creadora y de expresión. Defiende y practica la idea de la feminidad, como esencia de la mujer y afirma que, sólo en el reconocimiento de la singularidad de los principios y cualidades de la mujer, esta alcanzará la libertad.
En 1981 Zambrano ganó el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Málaga y tres años después regresó del exilio y se instaló en Madrid. En 1988 se convirtió en la primera mujer en ganar el Premio Miguel de Cervantes, siendo así la figura femenina del pensamiento español más importante del Siglo XX. Finalmente, el 6 de febrero de 1991, fallece en Madrid y es enterrada en su ciudad natal Vélez-Málaga.
María Zambrano fue una mujer visionaria, fuerte, inteligente y principalmente libre. Su trabajo abrió el pensamiento filosófico a la intuición, al conocimiento místico, a la poesía y a la mujer. En sus textos podemos apreciar su deseo hacia la participación e inclusión del pensar de la mujer, con el fin de crear un pensamiento colectivo. Ella buscaba la visibilización hacia la voz de las mujeres.
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