Abuso y maltrato en las personas adultas mayores: un problema de salud pública

Por Yarazai Simbrón (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales)

Si introduces en tu buscador de internet las palabras “adultos mayores” seguramente las primeras imágenes que aparecerán son las de abuelos caminando en el parque, sentados en el sofá leyendo, tejiendo o recostados en una cama asistidos por personal de salud. Sin embargo, éstas responden más a un estereotipo que a la realidad que viven estas personas en nuestro país.

La Ley Federal de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece que las personas adultas mayores (PAM) son  aquellas personas que cuentan con sesenta años o más de edad. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía (INEGI), durante el segundo trimestre de 2022, se estimó que en México residen 17 millones 958 mil 707 personas de 60 años y más, lo que representa un 14% de la población total del país.

Perspectiva de género en las personas adultas mayores

En este mismo trimestre, se reportó que 33 de cada 100 PAM son económicamente activas, la mayoría hombres (aproximadamente dos por cada mujer), pese a que hay más mujeres que hombres en este grupo etario. Otro dato importante que hay que destacar es que de 2018 a 2020 el porcentaje de PAM en situación de pobreza se redujo de 43.2% al 37.9%, según el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

La Ley Federal de los Derechos de las Personas Adultas Mayores no sólo protege el derecho al trabajo, las capacidades económicas y el acceso a programas de asistencia social: desde 2018 asentó la protección contra “cualquier acción u omisión que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público”, es decir contra la violencia. 

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señala que las mujeres adultas mayores viven violencias tanto por su edad como por su género. Esto puede verse reflejado, por ejemplo, en los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021, la cual señala que la prevalencia de violencia ejercida por parte de algún familiar o personas con quienes viven las mujeres de 60 años y más fue de 14.6 %.

Abuso y maltrato a las personas adultas mayores, un problema mundial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el abuso y maltrato a las PAM es un problema de salud pública. Según un artículo del Centro Nacional para la Información Biotecnológica, una de cada seis personas de 60 años o más ha sufrido alguna forma de abuso o maltrato. Aunque hacen falta estudios que arrojen datos más rigurosos, se estima que el maltrato psicológico ocupa el primer lugar de prevalencia, seguido por el maltrato físico y, en tercer lugar, el maltrato económico.

Otro artículo del Centro Nacional para la Información Biotecnológica, señala que entre los factores que aumentan el riesgo de las PAM de sufrir maltrato se encuentran la dependencia funcional o la discapacidad, la mala salud física o mental, el deterioro cognitivo y la escasez de ingresos. A su vez, los factores que aumentan el riesgo de ejercer maltrato a las PAM son enfermedades mentales, el abuso de sustancias y la dependencia, a menudo económica, que puede tener el victimario con la víctima. Por otro lado, las personas adultas mayores que reciben apoyo social o que viven solas tienen menos probabilidad de ser maltratadas.  

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez y, junto con la OMS han presentado Cinco prioridades para el Decenio de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable (2021-2030):

  1. Combatir el edadismo, ya que es una de las principales razones por las que el maltrato a las personas mayores recibe tan poca atención.
  2. Generar más datos y de mejor calidad para concienciar sobre este problema.
  3. Concebir soluciones rentables para poner fin a este tipo de maltrato y ampliar su uso.
  4. Elaborar un argumentario a favor de la inversión en este tema para convencer de que es un dinero bien empleado.
  5. Recaudar fondos, ya que se necesitan más recursos para abordar este problema.

Si deseas conocer más sobre este tema, te recomendamos leer El abuso sexual contra adultas mayores: la violencia de género no tiene límites

 

Referencias