Por Karime Aguilera (FFyL) y Ariadna Ochoa (FFyL)

Han pasado un poco más de dos años del inicio del confinamiento en México y de la transición de las clases presenciales a las clases en línea como medida de prevención para evitar la propagación del COVID-19.

Estudiantes, docentes, madres y padres de familia han presentado numerosas dificultades para adaptarse a esta normalidad. Resulta importante tomar en cuenta la heterogeneidad existente entre las características de lxs alumnxs que conforman el sistema educativo, no nos podemos olvidar de aquellas estudiantes que han tenido que adoptar un doble papel durante las clases en línea: las madres estudiantes.

Por motivo de la celebración del día de las madres, hemos pensado en este sector de la población, hablemos de aquellas mujeres que continúan con sus estudios y, a la par, apoyan de tiempo completo a sus hijos durante las clases en línea. En esta nota se recupera una entrevista publicada en noviembre de 2020 a través del Boletín de Política Educativa de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, escrita por Karime Aguilera. En la que se recuperó la experiencia de María José, una estudiante universitaria de la Facultad de Ingeniería, que, en el momento de su publicación, tenía 23 años y un hijo en tercer año de primaria.

De manera general, María José califica esta situación como estresante: “Todo se resume en estrés”, se siente sobrepasada por todo lo que la situación conlleva. La educación en línea se encuentra influenciada por diversos factores que no siempre pueden ser controlados por la población estudiantil y/o las madres y padres, como el ambiente en casa, las deficiencias en la conectividad a Internet, los problemas de salud emocional, problemáticas personales y familiares, entre otros más. Todos estos factores tienen repercusiones importantes en los procesos educativos de lxs estudiantes.

María José ha tenido que buscar alternativas para atender tanto sus clases universitarias, como las de su hijo. Como parte de su rutina diaria, Maria José señala: “Yo tomo las clases en mi compu, me pongo los audífonos y solamente me pongo el audífono en una oreja y de la otra oreja estoy escuchando por si le llegan a decir algo o si algo se le pasa. Por lo mismo, si para mí es difícil concentrarme, para él más. Luego me toca verlo todo aburrido en la silla y me dice que está cansado, que tiene sueño y pues es normal, lo entiendo”. Tiene que atender ambas situaciones a la vez, cuestión que no resulta nada sencilla porque no siempre logra concentrarse en sus clases.

Otro de los ejes predominantes en las experiencias en las clases en línea, es el papel que los docentes han adoptado. Al respecto, la estudiante universitaria nos cuenta que se siente en un punto medio: “no me han tratado mal pero tampoco siento que se pongan en nuestro lugar, nos dejan mucha tarea”.

Menciona que sus maestros en la facultad suelen decir que están en su casa y que no pueden salir, por lo que tienen todo el fin de semana para hacer tarea, a manera de justificación de la excesiva carga de trabajo hacia lxs estudiantes. María José considera que los docentes no siempre se dan cuenta de que como estudiantes no pueden dedicar todo su tiempo a la universidad, también tienen otras actividades y situaciones por atender.

Como se puede apreciar en este caso en específico, cada estudiante vive realidades muy diferentes, por lo que resulta limitante pensar que la población estudiantil cuenta con una mayor disponibilidad para atender los asuntos escolares, a diferencia de cuando las clases eran presenciales.

Para ella ha sido todo un reto enfrentarse a sus dos realidades, menciona que hay días en los que se despierta desmotivada, sin ganas de hacer nada pero el mismo impulso de apoyar a su hijo y a sí misma, es su motor para continuar con esta ardua labor. 

Si bien, este panorama resulta abrumador, la estudiante universitaria menciona que durante esta experiencia no todo ha sido malo. Algunas de las ventajas que puede recuperar sobre la impartición de las clases en línea son que ya no tiene que levantarse a las 4 a.m. para poder asistir a sus clases en Ciudad Universitaria y el hecho de estar en su casa le permite tener una alimentación más saludable.

Así mismo, en medio del estrés y la incertidumbre, recupera los momentos en los que interactúa con su hijo fuera del ámbito escolar, en los que tienen la oportunidad de ver películas juntos y distraerse un rato de los problemas cotidianos. Sin embargo, expresa que siente que su hijo se está acostumbrado a tenerla en casa todo el día, cuestión que le preocupa que le afecte en el futuro, cuando las cosas vuelvan a la normalidad.

De la experiencia de María José, podemos recuperar aspectos importantes que se han presentado durante las clases en línea, como la influencia de factores internos y externos que afectan durante los procesos educativos, la sobrecarga de trabajo que las y los educandos han experimentado y la preocupación como madre por el bienestar de su hijo durante estos tiempos tan difíciles. 

En el caso de Majo, se pueden percibir “los dos lados de la moneda” pero sobre todo, podemos aprender sobre la persistencia y sobre su búsqueda como estudiante y  como madre para adaptarse a estas nuevas circunstancias.

La situación actual nos invita a reflexionar sobre las diversas realidades existentes y sobre los retos tan complejos a los que se enfrentan cada estudiante y madre de familia. Nos parece oportuno hacer un llamado a reconocer la importante labor que han realizado, no solo en la pandemia, sino durante años, las mujeres que son mamás y estudiantas. Es una labor, que desafortunadamente ha sido desvalorizada por la sociedad pero la cual siempre ha estado ahí, en pie de lucha.

Por último, ¡Gracias Majo por compartir tu voz y tu sentir! Sin lugar a duda, eres el claro ejemplo de la resistencia ante un mundo en que se encuentra en constante cambio y que a su vez, presenta muchas complejidades.

Eres una mujer capaz, persistente e inteligente. Esto se logra ver reflejado en tu formación como persona, como estudiante y como madre. Eres el claro ejemplo de lo que han vivido muchas madres universitarias que de igual manera se han enfrentado a este doble reto y siguen resistiendo a estos tiempos, que a pesar de ser tan inciertos, le siguen dando esperanza a sus hijos e hijas y a ustedes mismas.

 

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