Un encuentro para tejer memorias colectivas en la UNAM

Por Vanessa Nava (FFyL)

En el marco de la 4ta. Feria por la Democracia organizada el 11 de octubre de 2024 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se organizó el taller de bordado feminista Hilos de memoria, verdad y justicia. La actividad, facilitada por Sandra Ivette González Ruiz, doctora en Estudios Latinoamericanos, responsable del área: Proyecto Editorial en la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) de la UNAM y bordadora feminista, ofreció a sus asistentes la oportunidad de aprender puntadas básicas de bordado mientras se adentraban en una reflexión sobre el rol de los pañuelos en las luchas feministas y sociales de América Latina.

Además de fomentar el ejercicio de la creatividad, la actividad también sirvió para que las asistentes conocieran el papel político del pañuelo en distintos contextos latinoamericanos. La tallerista explicó los contextos en los que se han usado los pañuelos verdes y morados, símbolos de los movimientos contra la violencia de género y la defensa del derecho al aborto legal, seguro y gratuito en Argentina. A cada participante se le brindaron materiales básicos como bastidores, hilos para bordar y tijeras.

Durante el taller, la académica guió a las participantes en la construcción de un «artefacto de memoria» en forma de pañuelo, el cual, a través de bordados y mensajes, refleja demandas y consignas que resuenan en las luchas por la verdad, la justicia y la dignidad de las mujeres y colectivos en América Latina.

Sandra Ivette recalcó que su enfoque personal es «bordar para sanar», y que esto es el eje que define su propio proyecto de bordado. A través de esta práctica, ella busca sanar las heridas patriarcales y visibilizar la historia de resistencia de las mujeres. Esta perspectiva se refleja en su trabajo, que ha sido exhibido tanto en espacios autogestivos como en instituciones. 

La tallerista explicó además que el bordado, así como otras prácticas tradicionalmente feminizadas como la costura o el tejido, se han politizado al funcionar como medios de denuncia. En momentos de opresión, estos actos realizados con los medios disponibles permitían a las mujeres expresar su dolor y sus demandas de justicia. Así, el bordado se resignifica: de lo privado a lo político, de lo doméstico a lo colectivo. 

Un aspecto clave en la narrativa del taller fue la importancia histórica del pañuelo blanco de las Madres de Plaza de Mayo, quienes en 1977 comenzaron a utilizar los pañales de sus hijos como símbolo de resistencia ante la desaparición forzada en Argentina. Desde ese momento, el pañuelo se ha convertido en un símbolo de lucha y de memoria histórica en distintos contextos.

Así, el taller sirvió como espacio para hilar, literalmente, historias y memorias. Al mismo tiempo, permitió a las asistentes adentrarse en el significado de un símbolo de lucha. Finalmente, poco tiempo antes de terminar con la actividad, Sandra Ivette mencionó que «los pañuelos no se guardan», se muestran al mundo como una afirmación de las luchas y las resistencias que siguen vigentes.

Si quieres conocer más sobre el trabajo de bordado de Sandra Ivette, síguela en su cuenta de Instagram: @san27ivette