«Las masculinidades y el cuidado de sí»: incomodidad e impermeabilidad emocional

Mauricio Zabalgoitia impartió la conferencia «Las masculinidades y el cuidado de sí» como parte del Seminario de Cuidados del Centro de Ciencias de la Complejidad. En ella abordó temas como la incomodidad de los hombres frente a las manifestaciones feministas y lo que implica la impermeabilidad emocional en la masculinidad hegemónica. 

Por Yarazai Simbrón (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales)

Mauricio Zabalgoitia, investigador en el ISSUE de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en masculinidades y educación, ofreció la conferencia «Las masculinidades y el cuidado de sí» dentro del marco del Seminario de Cuidados del Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad de la UNAM.

El también profesor de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la máxima casa de estudios resaltó la importancia de recopilar los antecedentes de las mujeres organizadas de esta misma facultad. Entre ellos, destacó la Asamblea feminista (separatista) de 2016, el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio en 2017, la desaparición de Mariela Vanessa Díaz (alumna de la FFyL) en 2018 y el paro de actividades y toma de instalaciones del 4 de noviembre de 2019 al 14 de abril de 2020.

Zabalgoita explicó que, como resultado de todas estas manifestaciones, fue posible crear un mapa emocional de las mujeres estudiantes organizadas, en el cual se destacaban el cansancio, la rabia y el repudio. Aunado a esto, señaló que hay un coste adicional para estas mujeres estudiantes que se refleja en sus relaciones personales y/o familiares, en donde se les tacha de ‘aguafiestas’ de los proyectos de vida porque éstos no son equitativos para hombres y mujeres.

El malestar de los hombres

Frente a los activismos jóvenes feministas, el profesor Zabalgotia detectó que había una serie de preguntas que se presentaban constantemente entre los alumnos de la FFyL: ¿Y si aparezco en los tendederos? ¿Alguna vez he hecho algo? ¿Por qué son tan violentas y están tan enojadas? Como resultado de sus reflexiones, surgió a su vez otro cuestionamiento mucho más concreto: ¿Por qué hay quien se siente incomodado o apelado cuando se habla de violencia masculina sexista y sexual? 

“El coste de los hombres frente a las manifestaciones jóvenes feministas es el malestar y el temor, uno para nada equiparable con el coste de las mujeres”.

Según explica Mauricio Zalbalgoita, desde esa incomodidad de los hombres -término teórico usado en los estudios de los hombres y la masculinidad-, es de donde surgen afirmaciones como: no todos somos violadores, las mujeres también violentan, a los hombres también nos matan más.

“¿Por qué pensamos que nos lo están diciendo a nosotros y no que se trata de un mapa semiótico con su propia cadena de relación donde los sujetos que nos construimos como hombres tenemos un pie dentro?”.

La masculinidad y el cuidado de sí

A manera de antecedente, Mauricio Zabalgoitia describió que la masculinidad hegemónica, según Raewyn Connell, es la más aceptada en lo social y cultural y legitimada por el patriarcado. Trabaja a partir de mecanismos de dominación, control y violencia. Dicta la dinámica cultural mediante la que un  grupo reclama y sostiene una posición de mando, liderazgo o dominación dentro de un sistema jerárquico.

Una de las definiciones de masculinidad más interesantes para el ponente es la que plantea Beatriz Ranea. Ésta sostiene que la masculinidad es una ficción, un mecanismo narrativo, simbólico y de representación que ponemos en marcha para significar, explicar al mundo.

“Ser hombre se traduce en no ser mujer, en no ocupar el lugar ‘desprestigiado’ del binomio de la diferencia sexual”, señaló Zabalgoitia.

Además, añadió otra lectura de la masculinidad en términos de impenetrabilidad emocional. “Las emociones de los hombres se mantienen a raya o escondidas, en parte porque no se cuenta con recursos necesarios para manifestarlas, pero también bajo el ocultamiento de esas emociones, se aprende a usarlas para manipular y ejercer control”.

Consecuencia de lo anterior, los hombres inscritos en esta masculinidad enferman por reprimir sentimientos y emociones, ya que se atienden cuando ya no pueden más; no de forma preventiva sino emergente.

“¿Por qué los hombres se suicidan más? Muchas veces porque no cumplen con las propias expectativas de la masculinidad: la proveeduría, el éxito, llegar muy lejos, ser capaz, nunca romperse, tener el control, resistir el control. Esto tiene implícito el tema de salud y cuidados de los hombres”, precisó el catedrático.

Si quieres saber más sobre masculinidades, te recomendamos escuchar el episodio de Miércoles para la Igualdad: Experiencias de la paternidad en hombres universitarios: Cuidados y masculinidad 

Escucha la conferencia completa aquí: