“El performance como un espacio de sanación colectiva no es algo que veamos hoy, ha sido una característica de la producción de arte feminista”, aseguró Julia Antivilo, coordinadora Cátedra Rosario Castellanos UNAM, al participar en la Mesa de Diálogo El performance como un espacio de sanación colectiva organizada por la edición 2021 del Festival El Aleph. Festival de Arte y Ciencia de la UNAM.

La artista destacó que en México desde los años 70 se ha dado esa conjunción entre el performance y la sanación colectiva en el arte feminista, así lo demuestra la manera en que las activistas saliron a marchar a finales de dicha década para exigir el aborto libre o el trabajo de la artista Lorena Wolffer (Mientras dormíamos, Muros de Réplicas).

Las integrantes de la Colectiva LASTESIS afirmaron que su experiencia ha sido similar, desde sus inicios partieron desde lo colectivo, “para nosotras, desde nuestra metodología de trabajo, estaba implícito lo colectivo y lo colaborativo”, comentó Sibila Sotomayor, una de las fundadoras de la organización feminista que nació en el 2018.

Sotomayor explicó que el colectivo busca actualmente realizar trabajos que sólo puedan existir en colectividad, “creemos que hay un potencial político que es muy importante en torno a la lucha feminista latinoamericana, es un grupo a pesar de que existan diversas subjetividades en este bloque, distintas historias de vida, testimonios o geografías, sin embargo, las ponemos al servicio de lo colectivo en pos de esta lucha que es más grande y engloba todas esas represiones y violencias individuales”.

Por su parte, la doctora Sandra Lorenzano, de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIEG) de la UNAM, recordó la manera en que el performance Un violador en tu camino –creado por LASTESIS– fue rápidamente adoptado por diversos grupos de mujeres en Latinoamérica y el mundo.

La “apropiación de lo que ustedes han propuesto habla para mí de un trabajo de escucha que ustedes han realizado a las mujeres a su alrededor, aquello que las mujeres sienten, piensan o, como decimos desde el feminismo, sentipensando”, subrayó la Doctora en Letras por la UNAM.

Paula Cometa, integrante del colectivo, señaló que con Un violador en tu camino, se abrieron un montón de pequeños diarios de vida que estaban con un candado muy oxidado y finalmente explotan en la idea de quemar el miedo.

Hablar de lo colectivo “significa entender que lo que ocurre en este mundo es una experiencia común y colectiva, es empatizar y eliminar los temas de protagonismo o autorías”, estimó Cometa y agregó: “evidentemente el patriarcado en sus jerarquías y formas ha venido a instalarse en nuestra práctica, nuestra infancia, en todo”.

UN VIOLADOR EN TU CAMINO “NO TENÍA INTENCIÓN DE SER GLOBAL, SOLO ERA EN VALPARAÍSO, PERO NOS PERMITE DARNOS CUENTA DE QUE HAY UNA EXPERIENCIA COMÚN QUE NOS ATRAVIESA… EN ESTA IDEA DE QUEMAR EL MIEDO ESTÁ ESO: QUE TODO AQUELLO QUE TE DIO MIEDO DEBE MUTAR A OTRA COSA, CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD, UNA NUEVA FORMA DE RELACIONARNOS”, CONSIDERÓ LA ACTIVISTA.

“Hemos aprendido en cada puesta en escena que hemos trabajado a cómo poder bajar las ideas a la concreto, dentro de eso siempre incitamos a las otras personas a crear”, compartió Lea Nicolás, también integrante de LASTESIS, “es un trabajo que requiere de harta fortaleza mental”.

“Para nosotras ha sido ilustrativo ver cómo con esfuerzos no tan grandes somos capaces de construir performance, videos, manifestarnos desde las distintas herramientas que tengamos, incluso en un contexto de pandemia”, detalló Sibila Sotomayor y sumó:

“Es impresionante cómo con gestos que parecen sencillos se logra condensar un potencial político con la colectividad que es muy impresionante, un potencial de activismo cruzado por el arte que constantemente reafirma esta creencia que tenemos en el activismo desde el arte. Esta elección de realizar activismo, ser feminista, tener esta lucha pero la hacemos desde el arte y sin tener necesariamente una formación artística”.

 

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