Esta plática será presentada como parte de la Semana por la Diversidad. La importancia de hablar de los espacios seguros de cotidianidad surge de la insuficiencia de estos mismos para la comunidad LGBTTTIQ+. Además, la información es muy escasa o habla de aspectos meramente económicos o sexuales. La revista FORBES (2017) menciona que los gays son una fuente grande de ingresos para el turismo, ya que cuentan con un nivel socioeconómico alto y poder adquisitivo mayor a las personas heterosexuales, justificando que no tienen gastos familiares entre otros factores. Lo que me llevó al análisis de que solo se habla de un pequeño sector de la comunidad gay. Sin embargo, la mayoría de nosotros como disidencias de la comunidad lgbt+ no podemos acceder a sitios turísticos seguros por nuestro nivel socioeconómico. La guía de turismo lgbt de la Ciudad de México (2019) habla de espacios «turísticos» o «gayfriendtly» que se enfocan a los hombres homosexuales y espacios como antros de «zona rosa» o cafeterías de la condesa, lugares donde solo el poder adquisitivo es condicionante para nuestra seguridad. Por ello, es menester impulsar espacios realmente incluyentes, en donde la tasa de contratación de empleados pertenecientes a la comunidad LGBT+ aumente y podamos acceder a mejores puestos. Así mismo, fomentar espacios en donde el poder adquisitivo no sea una condición que limite la seguridad y que puedan acceder a esos espacios sin sentirnos discriminados por nuestra forma de expresión.

Participante(s): Lic. en Manejo Sustentable de Zonas Costeras Jesús Adrián Rodríguez Pérez, Unidad de Biología de la Conservación, Parque Científico Tecnológico de Yucatán, Facultad de Ciencias, UNAM.

Dirigido a: Público en general.

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