¿El género puede determinar el trabajo o trabajos que realizaremos a lo largo de nuestra vida? Sí. La división sexual del trabajo es un fenómeno social que consiste en la asignación casi exclusiva de tareas y responsabilidades entre hombres y mujeres. El trabajo de reproducción o reproductivo (espacio privado) para las mujeres y el trabajo productivo (espacio público) para los hombres.

Para Silvia Federici, la división sexual del trabajo responde a la estructura capitalista, la cual configura un nuevo orden dentro de la clase trabajadora, limitando a las mujeres al trabajo doméstico. Pero el trabajo doméstico no es sólo se limita a la limpieza del hogar.

“De acuerdo con la autora, esto implica sustentar y cuidar a quienes generan los salarios de manera física, emocional, laboral y sexual; así como de la crianza y cuidado de los futuros trabajadores, es decir, les hijes”, explica Danja Maya en este Miércoles para la Igualdad.

 

Adylene Bueno Aguilar, alista para estudios económicos regionales en ONU-Hábitat México, señala que si bien las mujeres en México se han insertado en el mercado de trabajo (trabajo productivo),  sigue habiendo segregaciones. Por un lado, “aun cuando tanto hombres como mujeres se insertan mayoritariamente en el sector terciario de la economía, las mujeres lo hacen en mayor proporción y principalmente en actividades relacionadas con el cuidado de otras personas, tales como comercios, servicios sociales y servicios diversos, contrario a los hombres que en este sector se insertan con más frecuencia en el transporte y las comunicaciones, así como servicios profesionales, financieros y corporativos”.

Conoce más sobre la división sexual del trabajo consultando los siguientes recursos:

  • Video: «La brecha de género y el mercado laboral», del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM
  • Video: «Retos de las mujeres en el ámbito laboral», de TV UNAM
  • Infografía: «Trabajo de Cuidados», de la Dirección General de Atención a la Comunidad