Re-existencias del exilio en México: Kati Horna, Leonora Carrington y Remedios Varo

Por Vianey M. Jiménez

¿Qué podemos hacer ante la violencia, la soledad y la nostalgia?

Estas tres artistas nos muestran que es posible configurar mundos nuevos y lazos de sororidad no sólo para resistir, sino para existir de nuevo.

El exilio es una herida que nunca cierra del todo. Quien parte deja atrás una lengua, un paisaje, un hogar, pero, al mismo tiempo, lleva consigo una semilla de creación. En esa distancia forzada, el arte puede ser refugio para reconstruir el mundo desde los fragmentos de la memoria. Para muchas y muchxs artistas del siglo XX, México fue ese país donde los sueños pudieron volver a hablar. Aquí, el desarraigo se transformó en raíz, y la nostalgia, en impulso creador.

Kati Horna, Leonora Carrington y Remedios Varo llegaron a México huyendo de guerras, dictaduras y prohibiciones. Aquí se conocieron y entablaron una relación en la que la inteligencia, la intuición y la creación les dieron pronto el mote de “Las tres brujas del arte”. Encontraron en esta tierra un espacio de libertad, donde la imaginación y la amistad fueron más fuertes que la pérdida. En su obra vive la posibilidad de convertir el exilio en hogar, la memoria en alquimia, y la nostalgia en un puente entre todos los mundos.

Kati Horna


Leonora Carrington

Remedios Varo

Kati Horna (Hungría, 1912 – México, 2000)

Nacida en Budapest, Kati Horna fue una fotógrafa comprometida con la libertad, la justicia y la experimentación visual. Se formó en Alemania bajo la influencia de la Bauhaus y el fotomontaje político. Durante la Guerra Civil Española, trabajó como reportera gráfica para el ejército republicano y para revistas antifascistas, registrando con una mirada profundamente humana la vida cotidiana de las mujeres y los refugiados.

Tras la derrota republicana, Horna huyó de Europa y, en 1939, se exilió en México. Aquí se integró al círculo artístico surrealista junto a Leonora Carrington y Remedios Varo, desarrollando una fotografía poética y simbólica pero sobre todo muy crítica. En México también colaboró con revistas como Taller de Gráfica Popular, El Hijo Pródigo y S.nob, explorando la intersección entre arte, política y vida cotidiana.

Su obra destaca por la sensibilidad hacia la experiencia femenina y el uso del humor, la teatralidad y la máscara como recursos de resistencia. La cámara de Horna no sólo documentó la historia: la reinventó desde la empatía y el asombro.


Invierno en el patio, 1939

Leonora Carrington (Inglaterra, 1917 – México, 2011)

Leonora Carrington fue pintora, escultora y escritora que, aunque inclasificable, se convirtió en una de las figuras más poderosas del surrealismo. Nacida en Lancashire, Inglaterra, en el seno de una familia rica, desafió las normas de su clase social y su familia al dedicarse al arte y renunciar a los mandatos que se le impusieron como mujer (dedicarse al espacio doméstico y a la reproducción de su prole). La Segunda Guerra Mundial la llevó a experimentar la persecución y el encierro, lo que marcó un punto de inflexión en su vida.

En 1942 llegó a México, donde encontró libertad creativa y espiritual. Aquí desarrolló una iconografía propia, poblada de potentes figuras femeninas, animales rebeldes y símbolos de transformación. Su obra fusiona la mitología celta, la cábala, la alquimia y la cosmovisión mesoamericana, articulando una visión profundamente feminista antes de que el término se consolidara en el arte.


La posada del caballo del alba, 1938

Remedios Varo (España, 1908 – México, 1963)

Remedios Varo nació en Anglès, España, y se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Desde joven se vinculó con las vanguardias y el grupo surrealista. Su vida fue marcada por los desplazamientos provocados por la Guerra Civil Española (1936 –1939) y la Segunda Guerra Mundial. En 1941, tras un periodo en París, llegó a México, donde consolidó un estilo único en el que ciencia, misticismo y humor se entrelazan.

Sus obras presentan mujeres que estudian, inventan y transforman la realidad a través del conocimiento y la imaginación. A través de estos personajes, Varo reescribió el papel femenino en la historia del pensamiento y el arte, desplazándolo del margen de las musas al centro del poder creador.

La amistad con Leonora Carrington y Kati Horna fue un refugio afectivo y creativo. Juntas formaron una pequeña comunidad que desafiaba las estructuras patriarcales del arte y la soledad del exilio, compartiendo lecturas, ideas y cenas imaginativas.

Tejido Espacio-Tiempo, 1954

 

*Todas las imágenes mostradas son para uso exclusivamente educativo.