Se requieren políticas públicas más firmes
«En ningún lugar del mundo ha descendido la prevalencia de diabetes»
Fuente: Gaceta UNAM Ene 13, 2025
Marcela Agudelo Botero, de la Facultad de Medicina, sugiere desmitificar que la tipo II sólo perjudica a adultos y a personas mayores, pues las cifras indican que la incidencia, mortalidad y afectaciones se presentan cada vez más en edades tempranas
Por: Diana Saavedra
Pese al diseño de políticas públicas y llamados a seguir una vida más sana, en ninguna nación del orbe se ha observado un descenso de la prevalencia de diabetes, comentó Marcela Agudelo Botero, académica de la Facultad de Medicina.
La experta recordó que, según el Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes, para 2045 podría haber 783 millones de personas en el mundo con ese padecimiento; es decir, uno de cada ocho adultos vivirá con esa enfermedad, lo que implica un 46 % más de la población respecto a las cifras de 2021, cuando se registraron 537 millones de casos de diabetes en adultos.
Al abordar esta problemática en entrevista, la también investigadora precisó que se estima que en la actualidad aproximadamente 10.5 % de la población adulta vive con el padecimiento; sin embargo, casi la mitad desconoce que lo tiene, lo que agrava más el panorama respecto a su tratamiento.
En el caso de nuestro país, en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 se menciona que la prevalencia de esta enfermedad –diagnosticada o no– es de 18.3 %; esto representa alrededor de 14.6 millones de personas mayores de 20 años quienes viven con diabetes tipo II.
En este contexto sostuvo que en ningún lugar del mundo se ha observado un descenso de la prevalencia, incluso en las naciones de ingresos medios y bajos, como México, es donde se da un incremento mayor. Según cifras recientes se sitúa en el séptimo lugar con el más alto número de adultos de 20 a 79 años con dicha enfermedad.
Ante este panorama, la doctora en estudios de población considera necesario reconocer que los factores de riesgo son multifactoriales: urbanización, envejecimiento de la población, bajos niveles de actividad física, además de sobrepeso y obesidad, que hacen que tengamos estos resultados tan preocupantes.
Por ello, se requieren políticas públicas más firmes por parte de los gobiernos para lograr resultados favorables en la reducción de estos indicadores.
Agudelo Botero argumentó: “Esto también se debe a que no es tan fácil revertir la inercia de alimentaciones que son poco equilibradas, con excesivo consumo de productos azucarados y procesados. También tiene que ver con un cambio cultural de base, pues México es uno de los países con alto consumo de bebidas de cola”.
La también investigadora recalcó que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está encaminado a reducir en 30 % las muertes prevenibles, y la diabetes se puede prevenir y evitar.
En ese sentido, consideró desafortunado que en México de 1998 a 2022 la mortalidad por ese padecimiento aumentó 26.7 %, lo que significó pérdida de 1.6 años de esperanza de vida.
Agudelo Botero estimó necesario desmitificar que la diabetes tipo II sólo afecta a adultos y a personas mayores, pues las cifras indican que la prevalencia, mortalidad y afectaciones se presentan cada vez más en edades tempranas.
Enfatizó que a ella se relacionan de manera directa enfermedades cardiacas, cerebrovasculares, hígado graso no alcohólico, afectaciones en la apnea del sueño, depresión, algunos tipos de cáncer y, últimamente, se ha encontrado una relación con ciertas clases de demencia.
También afecta a órganos y tejidos, entre ellos los riñones; si no se lleva un control adecuado de la enfermedad, en algún momento el paciente requerirá de diálisis y hemodiálisis, que para el sistema de salud representa un costo significativo.
Agudelo Botero aseveró que cualquier cambio en nuestros estilos de vida puede impactar de manera significativa en cuanto a salud, productividad, proyectos personales, entre otros ámbitos. “Hay que reflexionar sobre lo que estamos haciendo”.
La profesora universitaria destacó que no sólo las personas que potencialmente tienen el riesgo de la enfermedad deben estar alertas a síntomas, pues al ser silente no se manifiesta de manera rápida y contundente.
Mencionó que entre los principales síntomas de la diabetes está presentar manchas tibiales (es decir, oscuras en ciertas zonas de la piel); demasiada sed; orinar con frecuencia; visión borrosa; hormigueo o entumecimiento de manos o pies; sensación de fatiga permanente; heridas que no sanan; hambre frecuente; y pérdida de peso no intencional.
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