Militancia alegre: una mirada al feminismo desde la filosofía

Por Yarazai Simbrón, becaria de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM.

Sayak Valencia

Sayak Valencia en la ponencia «Gramáticas de las resistencias feministas. Militancias alegres y no esencialistas»

Analizar los movimientos feministas desde la filosofía ayuda a comprender cómo se conforman, transforman, expresan e insertan en contextos específicos. Por ello, en el marco del Día Internacional de la Filosofía, nos preguntamos ¿el enojo, la desesperación, el grito, la impotencia, es el único estandarte de la militancia en el feminismo?, ¿son estos los únicos afectos legítimos para reclamar un alto a la violencia por razones de género?  

La filósofa Sayak Valencia explica que, contrario a las narrativas oficialistas, es el dolor y no el odio lo que acompaña al movimiento feminista. Sin embargo, éste no es el único sentimiento ni el más importante, ya que “en todos los activismos encontramos afectos complejos que nos mueven a querer cambiar el mundo y nuestras circunstancias colectivas e individuales”.

Durante la conferencia «Gramáticas de las resistencias feministas. Militancias alegres y no esencialistas», organizada por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Sayak Valencia expuso que nuestro país, con traumas históricos por la represión y masacre del Estado, heredó una militancia de los movimientos sociales seria, triste, estoica, un bloque sin cuerpo ni emociones, masculina y hegemónica. Por el contrario, la militancia feminista pone el cuerpo y sus experiencias de forma colectiva e imaginativa. 

“Lo demuestran la creatividad de las consignas, las miradas esperanzadas de quienes marchan mientras las portan, indumentarias significativas que hacen guiños a la memoria histórica y política de nuestros movimientos”, explicó a los asistentes.

De acuerdo con Sayak, los pañuelos verdes, la brillantina rosa, las capuchas, las coreografías, performances, pancartas, canciones, el color morado, entre otros elementos, son parte de las gramáticas feministas y trasnfeministas, las cuales hablan de una imaginación política que crea un cuerpo social rebelde, vivo y alegre, a pesar del duelo colectivo.

¿A qué se refiere la filósofa tijuanense con alegría? Para definir el concepto, Sayak citó a Spinoza: “la alegría implica el aumento de la potencia de un cuerpo para afectar y ser afectado, volverse capaz de volver a sentir o hacer algo nuevo”. Esto significa que las militancias alegres son aquellas que, “pese a molestar, hacer multitud o el disenso, persiguen una transformación radical del mundo, desarrollar cosas nuevas o potentes”, puntualizó Valencia.

Finalmente, Sayak enfatizó que la militancia alegre no elimina la incertidumbre, pues es un punto de partida y no un destino, no se trata de un optimismo ingenuo.

No me suscribo al pensamiento esencialista y binario que nos quiere hacer creer que el optimismo y el pesimismo son los únicos dos lugares de enunciación, pues ambos aumentan la idea de comodidad y certeza discursiva a través de la exclusión de la complejidad y no va a la raíz de sus problemas”, concluyó.

Georgina Romero Gaeta (FFyL/CIGU) en la ponencia «Gramáticas de las resistencias feministas. Militancias alegres y no esencialistas».

Otras intersecciones

Sayak Valencia estuvo acompañada en la mesa por Lourdes Enriquez Rosas (FFyL), Gabriela González Ortuño (CELA), Enrique Vega-Dávila (CELA), Circe Rodríguez Pliego (FFyL) y Georgina Romero Gaeta (FFyL/CIGU); quienes participaron del conversatorio haciendo intersecciones con sus propios campos de estudio.

Gabriela González Ortuño describió algunos movimientos feministas latinoamericanos y enfatizó en la idea de que las distintas luchas feministas nos han enseñado que “siempre hay posibilidades de pensar de otra forma de relacionarnos, de construir mundos y de andar por ellos”.

Por su parte, Enrique Vega-Dávila habló sobre la intersección del género con la religión. Como ejemplo, habló de los pastores que acompañan a las madres buscadoras y cómo el consuelo y/o alegría que implica “el cielo” llega a endulcolorarse.

La participación de Circe Rodríguez Pliego giró en torno a la alegría que se vive y manifiesta desde el cuerpo como multiplicidad. Explicó que el cuerpo también puede analizarse desde lo trans en el sentido de lo transitorio, lo que muda y siempre está en relación.

Georgina Romero Gaeta cerró las intervenciones reflexionando sobre la pluralidad de los feminismos, la sensibilidad y el resentimiento. De este último concepto dijo que habría que desarticular sus implicaciones negativas y pensarlo como irrupción que permite detenerse y movilizarse a otros lugares. 

Conferencia disponible en: https://bit.ly/conferencia-sayak-ffyl