«Marina Garone Gravier ingresa a la Academia Mexicana de la Lengua»
Para ocupar la silla XXX, fue propuesta por Ascención Hernández Triviño, Rodrigo Martínez Baracs y Fernando Nava
Por: Gisel Cosío Colina / IIB.
Fuente: Gaceta UNAM
a investigadora Marina Garone Gravier, fundadora y coordinadora del Seminario Interdisciplinario de Bibliología del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua (AML) con la lectura de un discurso sobre las erratas de los libros.
“Siempre he creído en las grandes enseñanzas que nos otorgan los errores, y de hecho considero que los necesitamos para ser humildes y humanos. Ése es uno de los varios motivos que me impulsaron a elegir como tema del discurso el estudio de las erratas tipográficas en la edición novohispana”.
Fue propuesta por Ascensión Hernández Triviño, Rodrigo Martínez Baracs y Fernando Nava para ocupar la silla XXX de la Academia. Garone refirió que lo que la hermana a quienes la antecedieron en la silla y a sus compañeros de la AML es “el amor y el trabajo con las letras, las palabras, los libros y las lenguas”.
En el Auditorio José María Vigil de la Biblioteca Nacional de México, acompañada de Gonzalo Celorio, director de la AML; Concepción Company Company, directora adjunta; Adolfo Castañón, secretario; y Ascención Hernández Triviño, académica de número, la investigadora del IIB recordó que “los libros son el mejor pasaporte del alma, y quien migra sabe que ellos siempre son una casa segura”.
Al introducir el tema del que versaría su discurso, afirmó: “Tengo la convicción de que se aprende más del fallo que del acierto”, por lo que dedicó la lectura a sus alumnos y tutelos, “con el deseo de que nunca olviden que los errores son una fuente inagotable de aprendizajes”.
Su discurso ofreció un panorama general del proceso editorial y el cuidado del texto a partir de obras en castellano, latín y lenguas originarias de México, y puso de relieve que “la historia del libro y la edición, es decir, la bibliología, contribuyen al conocimiento diacrónico de las lenguas, y que el análisis de los procesos editoriales y la materialidad de la cultura impresa pueden ser de utilidad para los interesados en las lenguas de México, su historia, transformación y preservación”.
“El libro es un escenario privilegiado del idioma, un laboratorio sin igual que permite analizar los usos pragmáticos de la escritura, el carácter simbólico de la producción textual y la intermediación de la edición tipográfica”
Las erratas, reflexionó, “desempeñan un papel clave para observar las tensiones entre la producción y la reproducción de lo escrito, entre el impulso autoral y el torrente incontrastable de voluntades de los numerosos agentes que hacen que los textos lleguen a convertirse en libros”.
En su discurso, brindó un detallado análisis de la revisión de alrededor de 600 obras en las que se localizaron mil 600 errores. De ellos, pudo observar que las erratas más recurrentes fueron cambio y omisión de palabra, síncopa, sustitución de letra, sustitución por similitud sonora y gráfica. La fe de erratas, agregó, es un dispositivo de mediación entre autor y lector.
En su participación, explicó las funciones de cada uno de los actores involucrados en el proceso editorial: impresor, tipógrafo, componedor, cajista y corrector tipográfico. Destacó que la Biblioteca Nacional de México custodia un manual manuscrito realizado por encargo del impresor mexicano Alejandro Valdés, fechado en 1819, con instrucciones para sus operarios.
La historiadora de la imprenta en México concluyó que “el libro es un escenario privilegiado del idioma, un laboratorio sin igual que permite analizar los usos pragmáticos de la escritura, el carácter simbólico de la producción textual y la intermediación de la edición tipográfica”.
Marina Garone es investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, nivel III, investigadora correspondiente del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la Universidad de Buenos Aires, y delegada mexicana ante la Society for the History of Authorship, Reading and Publishing.
Ha sido galardonada con múltiples reconocimientos, como el Premio García Cubas (2013) o el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (2020), entre otros.
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