«Libertad de expresión y discursos de odio»
Por Emili Rosendo (FFyL UNAM).
Actualmente, las redes sociales nos permiten compartir e intercambiar distintas ideas, posturas u opiniones sobre los diferentes tipos de contenidos que se difunden por la web. Por una parte, esto ha facilitado promover la participación de la ciudadanía en asuntos públicos y sociales, así como también tener acceso a la información de manera más rápida. Sin embargo, el mal uso de estos espacios digitales ha llegado a desinformar e incluso a fomentar discursos de odio.
Debido al aumento de los discursos de odio en las redes sociales, ha surgido una creciente controversia sobre las contradicciones que hay al proteger la libertad de expresión y la necesidad de salvaguardar la dignidad y seguridad de las personas.
En el «Miércoles para la Igualdad» (MPLI) del 18 de septiembre de 2024, se abordó este tema en el video «Libertad de expresión y discursos de odio». Participó Cecilia Núñez, jefa de la Unidad de Comunicación para la Igualdad, quien nos habló sobre la libertad de expresión y las restricciones a las que puede estar sujeto este derecho cuando se transgreden los derechos de otra persona. Por otra parte, nos explica qué son los discursos de odio y aclara que no cualquier expresión violenta y discriminatoria puede considerarse un discurso de odio.
¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión?
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) precisa que la libertad de expresión es un derecho fundamental que garantiza la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas a través de los distintos medios de comunicación sin temor a represalias. Es importante mencionar que cuando este derecho no se ejerce con responsabilidad, puede ser utilizado para fomentar discursos de odio y discriminación. La Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas para La Lucha contra el Discurso de Odio establece que:
“hacer frente al discurso de odio no significa limitar la libertad de expresión ni prohibir su ejercicio, sino impedir que este tipo de discurso degenere en algo más peligroso, como la incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia, que están prohibidas por el derecho internacional” (Guterres 1).
Se han propuesto restricciones en el marco legal para proteger los derechos humanos y el bienestar social de grupos históricamente oprimidos que han sido estigmatizados y deshumanizados. Estas limitaciones impiden que la libertad de expresión sea empleada para incitar o promover el odio hacia personas por su origen étnico, religión, género u orientación sexual. También evita difundir información falsa que dañe física y moralmente a una persona o que ponga en riesgo la seguridad nacional.
Cotidianamente podemos identificar expresiones violentas que nos pueden llegar a afectar de manera psicológica y emocional, pero es importante destacar que no cualquier expresión violenta es considerada un discurso de odio, pues este término se emplea cuando hay un peligro constante que atenta contra los derechos humanos de la persona. Víctor Abramovich, en el libro El límite democrático de las expresiones de odio, explica que un discurso de odio incita directamente a la violencia pues conlleva un peligro claro y particularizado (2021).
¿Qué medidas tomar frente a los discursos de odio en las plataformas digitales?
Navegando en la web, podemos notar cómo en los últimos años se han ido desarrollando políticas para moderar cierto tipo de contenido audiovisual que promueve discursos de odio con la finalidad de construir espacios digitales libres de violencia. Sin embargo, muchas personas consideran que estas nuevas políticas atentan contra la libertad de expresión y por lo tanto recaen en la censura.
Otra estrategia que se ha implementado es crear espacios digitales de reflexión. Por ejemplo, la cuenta de Instagram @luchadoras.mx publicó un post el 14 de noviembre del 2023, en donde comparten algunas medidas personales que podemos implementar cuando navegamos en nuestras redes sociales como resguardar nuestra privacidad, hacer caso omiso a mensajes negativos o provocaciones para resguardar nuestra tranquilidad, colocar advertencias en donde se prohíbe utilizar lenguaje ofensivo, etc.
Uno de los retos que enfrentan las redes sociales hoy en día es encontrar un punto medio que permita a las personas usuarias navegar libremente en la web sin exponerse a contenidos que promuevan discursos violentos o de discriminación, esto sin transgredir su derecho de libertad de expresión.
Esta controversia nos permite a la vez seguir reflexionando sobre cómo han ido evolucionando las actuales restricciones que posee la libertad de expresión cuando se hace mal uso de este derecho y el impacto social que conllevan hoy en día los discursos de odio, los cuales muchas veces traspasan las pantallas e invitan a cometer actos violentos o de discriminación.
Para profundizar más sobre este tema te invitamos a ver: «Libertad de expresión y discursos de odio»
También puedes visitarnos cada semana en «Miércoles para la igualdad», un espacio creado para dialogar y reflexionar juntxs sobre este tipo de temas en la página web de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM.
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Bibliografía
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. “Derechos: Libertad de expresión”.
También te podría interesar: Víctor Abramovich – Discursos de odio, expresiones discriminatorias y libertad de expresión (2024)
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