«Ética en la investigación médica pediátrica»

Por: Fernando Jacinto.

Fuente: Gaceta FacMed

Ética en la investigación médica pediátrica

“Un niño es vulnerable porque se encuentra en riesgo constante de ser maltratado, perseguido, lastimado, discriminado, menospreciado o influenciado negativamente por agentes hostiles frente a los que se halla en situación de inferioridad, indefensión o fragilidad”, aseguró la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Directora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Durante la sesión número 11 de la “Cátedra Extraordinaria de Bioética”, organizada por el Programa Universitario de Bioética y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la ponente habló acerca de todo lo que rodea a la investigación médica pediátrica con un enfoque ético. “La investigación en el ser humano tiene múltiples objetivos, pero la investigación clínica es fundamental para una correcta asistencia a los ciudadanos. En específico, la población pediátrica resalta como un sector de la población que puede sufrir una trasgresión de sus derechos”, indicó.

Durante la actividad transmitida por YouTube, la doctora Sepúlveda expuso un panorama general de conceptos importantes de abordar antes del tema principal. Explicó las fases de la investigación clínica y definió a la población infantil con respecto a su edad. Del mismo modo, brindó un viaje histórico por las distintas etapas de la historia en las que niñas y niños fueron utilizados para investigación clínica, resaltando los aspectos éticos que fueron ignorados.

“En el siglo XVIII las infancias eran vistas como sujetos ideales para la investigación médica, lo que llevó a Edward Jenner a probar la primera vacuna contra la viruela en su hijo y en 48 niños de un orfanato, impulsando en el siglo XIX la creación de instituciones que facilitaban experimentos controlados, aunque a costa de los derechos de los menores. No obstante, figuras como el periodista Konrad Bercovici se opusieron a estas prácticas, argumentando que ninguna devoción a la ciencia puede justificar la experimentación con bebés indefensos”, enfatizó la expositora.

Ya con los antecedentes históricos de la investigación clínica pediátrica, la experta puntualizó el marco jurídico existente en México, el cual cuenta con la Constitución Política, la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley General de Salud, la Guía Nacional para la Integración y el Funcionamiento de los Comités de Ética en Investigación, el Reglamento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la NOM-012-SSA3-2012, los cuales protegen los derechos de las personas con respecto a la investigación clínica en nuestro país.

“Se utilizan principios que aun cuando no estén exentos de controversias o limitaciones, constituyen un marco ético universal y coherente. Cualquier tipo de investigación realizada en seres humanos debe ajustarse a los principios de bioética médica, con las especiales características de la población a la que nos estemos refiriendo”, recalcó la doctora Sepúlveda.

En ese sentido, subrayó la forma en la que se ajustan los 4 principios bioéticos de la Medicina a la población infantil, Justicia, Beneficencia, No maleficencia y Autonomía, en donde esta última toma gran relevancia debido a que un adulto, preferentemente la madre, padre o tutor del infante, debe ejercer la autonomía sin coacción y bien informado.

“De esta forma, cobra importancia el consentimiento informado, el cual es un acto explícito, ya sea verbal o escrito que puede ser renegociable en caso de que, en una etapa futura de la investigación, la niña o niño puedan retirarse del proceso. Es un deber ajustar el lenguaje para que la o el menor entienda de forma clara y sencilla las ideas que se quieren expresar, ya sea con material audiovisual o con un lenguaje sin tecnicismos”, aclaró la ponente.

Bajo ese contexto, también existen otros principios de la bioética como: el principio de la precaución y el principio del respeto que toma en cuenta el ejercicio activo de la duda, incertidumbre y rescata el contexto cultural e individual del infante. Los 3 niveles de riesgo en la investigación pediátrica son: Investigación sin riesgo, de riesgo con beneficio directo, y de riesgo y sin beneficio directo. Asimismo, cualidades como la validez y relevancia, selección adecuada, minimización de riesgos, confidencialidad y la existencia de estudios previos son requisitos para la investigación éticamente correcta en niñas y niños.

La doctora Sepúlveda concluyó que la investigación en infantes presenta una serie de problemáticas relacionadas con las características propias de la infancia. Sin embargo, no investigar en ellos conduce a una falta de conocimientos para aplicar en el diagnóstico y tratamiento de sus enfermedades; por lo que la protección de las niñas y niños no debe excluirlos de las investigaciones de enfermedades relacionadas a esa etapa de la vida.

Finalmente, la doctora Carol Hernández Rodríguez, moderadora del evento, agradeció a la expositora por su participación y al público por su asistencia y atención.