Conferencia Magistral: «El derecho de las mujeres a la educación superior y a la ciencia»

Por Emili Rosendo (FFyL UNAM)

A lo largo de la historia hubo muchas mujeres que contribuyeron con grandes descubrimientos e innovaciones, pero su contexto sociocultural las invisibilizó e incluso sus logros fueron atribuidos a figuras masculinas para poder ser reconocidos.

Hoy en día las mujeres han ido posicionándose y han participado de manera significativa en el avance de la ciencia, así como también han logrado ejercer una influencia decisiva para tener acceso a la educación superior; sin embargo, la igualdad de género sigue siendo una problemática actual en el ámbito científico y académico.

En relación con esto, el 9 de octubre de 2024 se presentó de manera virtual la conferencia magistral titulada: «El derecho de las mujeres a la educación superior y a la ciencia» durante la inauguración del 5.° Congreso Internacional Mujeres y Niñas desde una doble perspectiva: Género y Derechos en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), organizado por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón.

En esta conferencia participó la Dra. Norma Blazquez Graf, quien es investigadora en el CEIICH y coordinadora de la CIGU UNAM; además, es psicóloga y filósofa feminista. Su eje de investigación está enfocado en ciencia, tecnología y género. En esta ponencia destacan dos derechos fundamentales: el derecho a la educación y a la igualdad, los cuales están establecidos en los artículos constitucionales 3° y 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Norma Blazquez menciona que “para lograr que haya educación, primero debe haber igualdad de derechos”.Retrocediendo un poco en la historia, es importante recordar a Marie Gouze o mejor conocida como Olympe de Gouges. Fue una escritora francesa que defendió los derechos de la mujer y propuso reformular La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) para que las mujeres también tuvieran derechos que les garantizaran educación y acceso a un trabajo digno; por ello, redactó en 1791 la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.

Hasta 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos donde se establecen derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales para todas las personas.

Cuando las mujeres comenzaron a incorporarse a los espacios de estudio, socialmente las carreras universitarias se catalogaban como femeninas o masculinas. Por ejemplo, enfermería y pedagogía están asociadas a los roles de cuidado, mientras que ingeniería civil, derecho o física son profesiones pensadas para los hombres.

Factores que intervienen en las desigualdades de género

Los estereotipos y roles de géneros acrecientan las desigualdades y limitaciones que enfrentan principalmente las mujeres en las áreas de conocimiento y su respectivo campo laboral, pues desde pequeñas se les inculca intereses basados en expectativas sociales de acuerdo con su género: como el matrimonio o la maternidad.

Asimismo, las obligaciones o quehaceres domésticos que suelen atribuirse a las mamás o amas de casa dificultan e incluso frenan su desarrollo profesional. Otro factor es la discriminación y las distintas formas de exclusión hacia las mujeres, como pensar que son intelectualmente inferiores o que carecen de capacidades para ciertas profesiones o cargos  importantes. Lamentablemente este tipo de discurso aún es muy frecuente como el acoso sexual que se vive en ambientes laborales.

Inclusión del análisis de género

Norma Blazquez expuso que para ir combatiendo estos factores, es importante incluir el análisis de género en la ciencia y en los contenidos de investigación. En los últimos años, “se han ido desarrollando decisiones, objetivos y medidas adoptadas por los sistemas de ciencias y tecnología para fomentar la igualdad entre mujeres y hombres”, sostuvo.

Asimismo, estas propuestas y acciones estratégicas se han incluido poco a poco en espacios políticos, educativos, institucionales e incluso recreativos para seguir impulsando estos avances en la educación superior, ciencia y tecnología.

A través de redes de apoyo, foros y congresos, se busca seguir fomentando políticas científicas y de género para poner en marcha servicios complementarios que puedan brindar mejores condiciones en la formación académica, profesional y laboral de las personas, con la intención de lograr una participación equitativa y con igualdad de oportunidades.

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