Con el propósito de profundizar en la importancia del consentimiento informado dentro de la práctica médica y su relación con los derechos humanos, así como sensibilizar a las y los profesionales de la salud sobre el respeto a la autonomía de las y los pacientes, el Ciclo de Conferencias Mensuales de Bioética organizado por la Secretaría General de la Facultad de Medicina de la UNAM dedicó su sesión a este tema, presentado por la doctora Nashieli Ramírez Hernández, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX).

Durante el evento realizado en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” y transmitido por Facebook, la licenciada Indrani Morales Astudillo, responsable del Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED, indicó que el consentimiento informado es un tema fundamental tanto para las y los médicos como para el ejercicio de la Bioética. Además, presentó a la doctora Ramírez Hernández, quien posee una trayectoria de más de 40 años como promotora y defensora de los derechos humanos y quien desde noviembre de 2017 ocupa la Presidencia de la CDHCDMX, siendo reelegida para el periodo (2021-2025).

En su exposición, la doctora Ramírez Hernández enfatizó que el derecho a la salud es un derecho autónomo e indispensable para el ejercicio de los derechos humanos. Subrayó que toda persona tiene derecho a disfrutar del más alto nivel posible de bienestar físico, mental y social, considerándolo parte del derecho a un nivel de vida adecuado.

Asimismo, señaló que el consentimiento informado es un vehículo clave para concretar los cuatro elementos fundamentales del derecho a la salud: disponibilidad, calidad, accesibilidad y aceptabilidad. Además, destacó que, aunque se enseñan conocimientos médicos, su aplicación debe adaptarse culturalmente para mantener una sensibilidad interpersonal entre médico y paciente para garantizar una atención más humanista y respetuosa.

Posteriormente, mencionó que desde 1948 hasta 2002 se han desarrollado varios acontecimientos clave sobre este proceso, entre los que se destacan la Declaración de Tokio (1976) y la Declaración de Ámsterdam (1994), que reconocen el derecho del paciente a decidir sobre su tratamiento, y finalmente, la Declaración de Taipéi (2002) el cual aborda el consentimiento informado en relación con el uso de bases de datos masivos y biobancos. Anticipó que las futuras regulaciones se centrarán en el impacto de la inteligencia artificial, adaptándose a los avances tecnológicos en el aspecto de la salud.

La doctora Ramírez Hernández afirmó que la accesibilidad es un pilar esencial del consentimiento informado, ya que los servicios de salud deben de estar geográficamente al alcance de todas las personas. De igual manera, resaltó que estar informados es clave para ejercer este derecho y que no existen condiciones específicas que deban limitarlo.

Por otra parte, explicó que el consentimiento informado es un proceso bidireccional que requiere la participación activa de las y los pacientes y que este enfoque resalta la importancia de la autonomía personal en las decisiones relacionadas con la salud para fomentar una relación equilibrada entre médico y paciente.

Fotografía de portada cortesía de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México

Finalmente, en la conferencia donde se contó con la interpretación de lenguaje de señas, la Presidenta de la CDHCDMX hizo hincapié en que el consentimiento informado no es un fin en sí mismo, sino un medio para respetar y promover la autonomía de las personas y señaló que las decisiones de las y los pacientes suelen ser tomadas en familia y en comunidad. Del mismo modo, enfatizó que esto no debe percibirse como un trámite administrativo, sino entenderlo como una práctica ética que impulse una transformación en la relación entre médicos y pacientes, y en los servicios de salud.