«Estudian el corazón de la mujer para reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares»
Por: María Dolores Elizondo Alvarado
Fuente: Gaceta UNAM Comunidad, Ago 26, 2024
Esto se traduce en un retraso en el diagnóstico y una deficiente atención hacia las mujeres. Como ejemplo, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportaron que en el año 2022, en México, las defunciones por afecciones cardiacas fueron la primera causa de muerte a nivel nacional, con 105 mil 864 casos, de los cuales, 48 mil 780 corresponden al género femenino.
Por todo lo anterior, los investigadores de la Facultad buscan evidenciar la poca presencia femenina en los estudios científicos relacionados con los padecimientos cardiacos, los cuales son desarrollados año con año bajo la creencia de que el cuerpo humano siempre responderá de la misma forma, sin importar el sexo. Asimismo, trabajan por demostrar que es indispensable estudiar la influencia de este factor sobre la respuesta vascular.
El impacto hormonal en la salud cardiovascular femenina
De manera inicial, los doctores Flores, Ramírez y Lezama comenzaron aplicando protocolos sencillos para mostrar la diferencia de expresión del sistema renina-angiotensina (mecanismo hormonal que causa un aumento en la presión) y del sistema calicreína-cinina (proteínas sanguíneas de importancia en las inflamaciones), durante el curso del infarto de miocardio en ratas Wistar macho y hembra.
Los resultados demostraron que a las 48 horas del ataque cardíaco hubo cambios de ARNm en ambos sistemas; sin embargo, una mujer regresa a la normalidad una semana después de la emergencia médica, mientras que la reactividad de los machos aumenta de manera dependiente del tiempo.
Con esto corroboraron lo reportado en otros proyectos que prueban que los estrógenos desempeñan un papel cardioprotector en las mujeres al disminuir las especies reactivas de oxígeno (ROS) y aumentar óxido nítrico (NO). Por eso, consideraron importante analizar si la evolución del infarto depende de la fase del ciclo estral, ya que la mayoría de los estudios se han centrado en la presencia o ausencia de hormonas, pero no en la variación fisiológica en los niveles hormonales premenopáusicos.
Ciclo estral
El ciclo estral, ciclo reproductivo o ciclo del celo es el conjunto de acontecimientos fisiológicos recurrentes que son inducidos por las hormonas reproductivas en la mayoría de las mamíferas.
Se divide en dos grandes fases
Proestro. Tiene una duración variable entre 2-5 días, en él ocurre un cambio de predominio de las estructuras ováricas y hormonas que producen.
Estro. Es el período más visible del ciclo estral ya que el estradiol induce cambios en el comportamiento de las hembras y en los órganos del tracto reproductivo.
La metodología consistió en medir los daños generados al corazón y su exposición a agentes oxidantes después de inducir al fallo durante el proestro, comparando los resultados con ratas hembras ovariectomizadas (proceso para extraer un ovario, ambos o parte de sus ovarios).
Lograron resolver que la ausencia de hormonas ováricas influyen en la función cardiaca, y que los cambios hormonales ocurridos durante el envejecimiento favorecen el desarrollo del estrés oxidativo e hipertrofia. Por esa razón, una mujer posmenopausica tiene más probabilidades de morir de un ataque al corazón.
De acuerdo con la doctora Ramírez, esto puede enfatizar lo necesario de reconocer el impacto hormonal en las enfermedades cardiovasculares (ECV), para así tomar en cuenta las diferencias sexuales en el diagnóstico, la fisiopatología y los tratamientos en este campo. Otro punto que destacó fue que “las mujeres casi no se infartaban antes de la menopausia”.
Síntomas de enfermedad coronaria en la mujer
-sudoración
-cansancio, náuseas, vómitos y sensación de ahogo
-malestar a nivel cervical con irradiación al cuello y mandíbula
-dolor en el pecho y palpitaciones
-molestias que se irradian a los brazos, principalmente izquierdo
Fuente: Sociedad Española de Cardiología
Terapia de reemplazo de estrógeno, un coadyuvante para la salud cardiovascular femenina
Esta premisa los llevó a buscar los efectos de la terapia de reemplazo de estrógeno temprana y tardía sobre el metabolismo de la glucosa, así como los cambios en la presión de la sangre en ratas envejecidas y sin ovarios. Además, con la certeza de que entre los 45 y 65 años de edad y durante la menopausia ocurren más cambios metabólicos, comprobaron que la resistencia a la insulina conduce al desarrollo de diabetes mellitus.
Los académicos constataron que existe una compleja interacción entre los cambios hormonales y la salud vascular en un modelo menopáusico. La ovariectomía sin terapia con hormonas de estrógeno muestra mayor reacción vascular, interfiriendo en la relajación de las venas y arterias, lo cual se acompaña de una resistencia a la insulina. Esta intolerancia a la glucosa surgió como un factor clave, ya que la terapia temprana con estradiol mitigó las consecuencias de extraer los ovarios.
“Hallamos variaciones significativas dependientes del tiempo temporal después de la ovariectomía, eso enfatiza la importancia de considerar el marco temporal posterior a ésta y el inicio de la terapia para comprender algunos cambios fisiológicos que ocurren durante la menopausia”, destacó la doctora Flores.
Otro de sus aportes ha demostrado que extirpar los ovarios provoca alteraciones dependientes del tiempo en el procesamiento de los lípidos para el uso de energía, la morfología, la actividad eléctrica y la función contráctil del corazón. Por tanto, la terapia hormonal temprana, pero no tardía, lograría prevenir algunos de estos efectos.
De modo que su propuesta de implementación es una dosis menor a las establecidas y suministrar al inicio de la menopausia, ya que, transcurrido más tiempo, su efectividad disminuye.
Entre sus propuestas también sugieren la combinación de fármacos como una estrategia para tratar la hipertensión arterial. “Apostamos por una composición entre nebivolol-lisinopril y nebilovol-valsartán, medicamentos que en conjunto y usados durante cuatro semanas redujeron significativamente el tiempo de reacción vascular”, explicó el doctor Lezama.
Por ahora, el equipo cuenta con dos protocolos en revisión para aplicarse en un hospital de especialidades de la Ciudad de México, para categorizar mujeres con ECV, determinar si éstas tienen resistencia a la insulina y si esa condición se relaciona con el inicio de los padecimientos.
Esta trayectoria de esfuerzos y cada una de las propuestas de los universitarios tienen como fin prevenir el padecimiento de estas afecciones, ofreciendo diagnósticos certeros en beneficio del tratamiento y mejorando la calidad de vida de las pacientes, ya que la falta de inclusión ocasiona efectos adversos y desapego a tratamientos que basan su efectividad en el género masculino y, en consecuencia, la muerte de millones de mujeres jóvenes y adultas.
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