«El artivismo de Erika Bülle contra el gordo-odio»

Por Vanessa Nava (Becaria CIGU- FFyL)

El proyecto radiofónico de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU) titulado Violeta y Oro busca ofrecer contenidos que estimulen el espíritu crítico a partir de tres ejes transversales: la cultura, la perspectiva de género y las diversidades sexo-genéricas. La emisión del 8 de julio de 2024 se tituló «Activismos gordxs» y ofreció algunas reflexiones en torno a la gordofobia, un tipo de discriminación que hasta hace poco ni siquiera tenía nombre. El episodio contó con la participación de Erika Bülle, artista visual, docente de la Facultad de Artes y Diseño, activista gorda y performer, quien a lo largo de la conversación con la conductora Olivia Zerón Tena (CIGU, UNAM), habló de su lucha contra el estigma corporal.

Bülle, quien prefiere ser considerada como «artivista» en lugar de activista, explicó que el término gordofobia no es suficiente para describir la violencia que experimentan las personas gordas. A diferencia de una fobia que implica un miedo irracional, Erika aseguró que lo que enfrentan las personas gordas es más bien un odio sistemático, por lo que prefiere usar el término «gordo-odio». Esta palabra, aunque es más difícil de aceptar por su contundencia, expresa mejor la naturaleza de las actitudes hacia las personas gordas.

La trayectoria de Erika en el performance es inseparable de su artivismo. Desde sus primeros años como estudiante de licenciatura, cuando formó parte del colectivo SEMEFO, su cuerpo ha sido el escenario de manifestaciones artísticas y personales. Sin embargo, la violencia a la que fue sometida, como lo ejemplifica la descripción despectiva que recibió de la prensa tras una presentación en 1991, fue un motivo para construir la reflexión crítica que hoy sostiene su trabajo. Este momento de su vida marcó el inicio de una lucha interna y externa por la reivindicación de su cuerpo, de modo que actualmente afirma: «Mi cuerpa es mía, a mí no me avergüenza y me siento muy contenta, no me preocupa».

El artivismo de Erika se articula también como una respuesta a la discriminacón que se manifiesta desde la niñez, cuando las infancias son castigadas socialmente por ser gordxs, son excluidas de actividades escolares y sometidas a una vigilancia constante por parte de sus familias. La presión por conformar un cuerpo ideal, que rara vez corresponde a las características físicas de la población mexicana, crea un escenario fértil para el auto-odio y la inseguridad. Además, Erika subrayó cómo las mujeres, en particular, son objeto de un examen constante, ya que sus cuerpos son tratados como espacios públicos sobre los que todos se sienten con derecho a opinar.

A lo largo del programa resaltó la importancia de visibilizar y normalizar la conversación sobre la gordofobia y Olivia Zerón mencionó un dato desconcertante: una búsqueda en Google de chistes sobre personas con sobrepeso arroja millones de resultados, tanto en español como en inglés, lo que evidencia lo profundamente arraigada que está esta forma de discriminación en nuestro lenguaje y humor cotidianos. 

El trabajo en performance de Erika se ha convertido en un medio para cuestionar estas prácticas y abrir nuevos espacios de reflexión en torno a ellas. Su trabajo no sólo cuestiona las ideas preconcebidas sobre los cuerpos gordos, sino que también se enfrenta al capacitismo y a la creencia errónea de que las personas gordas no pueden ser saludables o físicamente capaces. Erika explicó con ejemplos cómo se patologiza la gordura a través de términos médicos como «sobrepeso» y «obesidad», los cuales refuerzan la idea de que las personas gordas están enfermas.

Erika también mencionó su participación en un coloquio sobre moda en donde se dio cuenta de que dentro de esta industria comienza a haber una preocupación por las necesidades y demandas de personas con cuerpos diversos. No obstante, afirmó que todavía queda un largo camino por recorrer, especialmente en la integración de la lucha contra la gordofobia en las agendas públicas y legislativas.

Para cerrar el programa Erika habló de la importancia de construir círculos de apoyo entre personas gordas, de fomentar el amor propio, y de cuestionar las imposiciones sociales que dictan cómo deben ser nuestros cuerpos. 

Si quieres saber más sobre el trabajo de Erika, así como de su proyecto editorial, puedes seguirla en sus redes (Instagram): cuerpa_erikabulle y bulleperformer o escuchar la emisión que se encuentra disponible aquí: