Textos por Pamela Lalama Quinteros (FCPyS) / Galería fotográfica por Xanath Rodríguez y Cecilia Núñez

“Somos una guía”, “somos escucha”, “buscamos construir espacios seguros”, “agregamos valor a la vida de las personas” fueron algunas de las voces que se escucharon el Primer Encuentro de Personas Orientadoras Comunitarias (POC), desarrollado la mañana del 28 de septiembre en Ciudad Universitaria, fecha en la que además se conmemora el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

El evento estuvo a cargo de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU), a través de la Dirección de Gestión Comunitaria y Erradicación de las Violencias de Género, y tuvo como objetivo compartir las experiencias de quienes ya forman parte del programa y, además, dar la bienvenida a quienes se integran.  En total, son 230 POC que trabajan para promover la igualdad de género en la UNAM en 91 entidades y dependencias universitarias.

Diana Tamara Martínez, coordinadora de la CIGU, recordó cómo surgió las POC. Se creó en la Oficina de la Abogacía General en 2017 como una estrategia para la socialización del Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM  –publicado en 2016–, con la finalidad de institucionalizar y transversalizar la perspectiva de género en la vida universitaria.

Con el nacimiento de la CIGU, este programa reconfigura su objetivo. Las POC son hoy el enlace que permite construir una comunidad más igualitaria, incluyente, en la que se fomenta una vida libre de violencia en los espacios universitarios.

Dentro del encuentro, las voces de tres Personas Orientadoras Comunitarias se volvieron el eco de las 230 integrantes de la estrategia. “Metamorfosis violeta” fue el nombre que le dio Nicté Luna, POC del Instituto de Energías Renovables-Temixco, al proceso que ella experimentó de transformación colectiva e individual desde que empezó como voluntaria para orientar a las personas de la comunidad universitaria que hayan sido víctimas de violencia de género.

“Me he ido deconstruyendo poco a poco, visibilizando las violencias vividas por compañeras y compañeres, esto último ha sido duro porque ha implicado reconocer que en el pasado fui víctima de violencia por el hecho de ser mujer, momentos que atentaron contra mi dignidad y salud mental. Sin embargo, ser POC me ha empoderado en el sentido de reclamar el poder habitar el espacio público sin miedo de sufrir ningún tipo de violencia. El empoderamiento no solo se sostiene de mí, sino de toda la comunidad que conforma las POC, en quienes he encontrado eco de aquello que despierta la rabia digna por saber que la violencia de género persiste y que erradicarla llevará mucho tiempo, pero sabemos que la transformación ya está en su camino”, sostuvo Nicté mientras en la pantalla se proyectaban imágenes de los bolsos de tela de las POC que también se transformaron en imagen en estos dos años, pues Nicté forma parte de la estrategia desde la primera convocatoria.

Lorena Gabriela de la Peña, POC de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de Taxco Guerrero, también compartió su experiencia y enfatizó el trabajo que ella y sus compañeras realizan para promover la igualdad de género en la FAD. Lorena habló que ser POC se vive de diferente manera porque cada comunidad tiene sus particularidades y es diversa. “He buscado tener confianza de mi comunidad, he tenido una escucha contemplativa y activa. He realizado un acompañamiento”, fueron las acciones que más resaltó de la labor que desempeña.

Y este es el mismo sentir de Diana Pérez, POC de la Facultad de Ingeniería. “Ser POC tiene un significado distinto para cada una de las integrantes porque cada comunidad es diferente. Ser POC trastoca nuestros trabajos, pero también trastoca nuestras vidas personales”, sostuvo. El trabajo realizado por las POC de la facultad implicó reconocer en primer lugar que su comunidad era masculina y no solo en cuerpo, sino en estructura institucional, por lo que el trabajo constante de visibilización y acompañamiento se volvió la ruta a seguir por Diana y por las cuatro personas más que integran la estrategia en la entidad.

El encuentro también contó con la presencia de Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, quien felicitó la labor que realizan las POC y además reconoció el camino que ha trazado la Universidad para fomentar la igualdad de género. “Y aunque en los últimos años hemos llevado un esfuerzo muy importante, es mucho lo que falta por hacer. Es un trabajo paciente, de acompañamiento, en el cual hay que tender puentes entre los colectivos y entre las diferentes instancias, funcionarios, cuerpos colegiados, autoridades que tienen la responsabilidad de llevar a cabo acciones para prevenir y erradicar la violencia de género en la universidad”, señaló.

Diana Tamara Martínez también reconoció el esfuerzo hecho: “Sabemos que lograr la igualdad de género es un camino que estamos recorriendo y que no es sencillo ni rápido, pero ya estamos con el compromiso y acompañamiento de la comunidad”.

Luego de las intervenciones de las POC y de las autoridades de UNAM, se realizaron mesas de trabajo para compartir experiencias de manera más directa. En el evento estuvieron presentes además Susana Magallón Puebla, presidenta de la Comisión Especial de Igualdad de Género del Consejo Universitario; Guadalupe Barrena Nájera, defensora de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención a la Violencia de Género, instancia que trabaja de la mano con las POC; representantes de la Secretaría de Desarrollo Institucional, de la Escuela Nacional Preparatoria del Colegio de Ciencias y Humanidades, entre otros.