Blanca Varela: más allá de las musas

Por Vianey Mejía (FFyL)

Un 10 de agosto de 1926 nació en Lima, Perú, Blanca Varela, una de las voces poéticas más importantes de América Latina.

Tal vez su destino estaba inexorablemente ligado al mundillo de la poesía, pues probablemente, y sin quererlo, la vocación artística de sus padres, hizo que desde niña, se apasionara pronto por la lectura. Así, su relación con las letras fue más bien algo natural, tornándose un acto cotidiano, íntimo, algo tan suyo que incluso su primer libro Ese puerto existe (1959), vio la luz sólo tras la honda insistencia de los amigos de Blanca. 

Está mi infancia en esta costa,
bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo… – Blanca Varela, Puerto Supe

Uno de ellos, Octavio Paz, a quien conoció en París junto con Julio Cortázar, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, prologó ese primer poemario, en donde resalta su admiración hacia Blanca Varela: “[Blanca Varela] es un poeta que no se complace en sus hallazgos ni se embriaga con su canto. Con el instinto del verdadero poeta, sabe callarse a tiempo”, decía Paz.

Pronta amiga de los mitos, Varela jugaba “Monopoly” con Simone de Beauvoir y recibía en su casa a aquellas que renunciaron a su papel de musas y se dispusieron a cantar sobre la existencia: Blanca Varela, a su regreso a Perú como una poeta ya consolidada, comenzó a recibir en su propia casa a mujeres jóvenes que escribían poesía. Fue su mentora, su amiga, su maestra.

Muy probablemente, compartía con ellas la necesidad, al igual que Woolf, de una habitación propia, de un estudio propio. Durante una entrevista con Edgar O’Hara, confesó que, para poder escribir, en ocasiones tenía que esconderse en un clóset para no ser interrumpida por su esposo e hijos.

¿Qué se hace cuando se escribe poesía?

Muchas veces pensamos que las poetas no tenemos razón de ser en un mundo que ya se ha olvidado de las profundidades, un mundo tecnócrata e individualista. Nos da la sensación de que un poeta o es una persona que escribe de sus sentimientos y lee en cafés parisinos, o bien, que es una persona con nula capacidad para ser empleada en un mundo productivo y capitalista.

Ejercicios
[Fragmento]

I

Un poema
como una gran batalla
me arroja en esta arena
sin más enemigo que yo

yo
y el gran aire de las palabras

Pero para Blanca Varela, la poesía era algo digno de ser atendido. Sus alumnas encontraron en ella a alguien que las tomaba en serio, que las animaba, que las comprendía en el sentido creativo: “Soy la buena amiga mayor, eso es lo que soy”, dijo Blanca, en una entrevista resguardada por el archivo Presencia Cultural – IRTP.

En sus escritos se adivina que ella supo encontrar la verdadera función del poeta, ya olvidada por nuestro ritmo de vida. Blanca Varela supo cantar para la posteridad y para los dioses, acordes sobre la existencia humana, algo que logran muy pocas personas en lo que lleva de contar el tiempo.

Su poesía no es rimbombante, ni pretenciosa, es de un exacta que da envidia, cuando se la lee, da la sensación de que nada sobra, que sus palabras en nada estorban, más aún, se entremezclan con el silencio de una manera atroz y deliciosa, llegando a tocar la misma herida que nos hermana como civilización.

Quizás por ello su obra fue y sigue siendo tan valorada. Fue acreedora a distintos premios, entre los que destacan el Reina Sofía, uno de los más importantes para las letras hispanas y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, nunca antes ganado por una escritora.

En palabras de quien fuera su esposo, el pintor ​​Fernando de Szyszlo, Blanca Varela fue “una escritora llena de talento, llena de contenido, en un mundo en el que el arte ha perdido densidad.” 

Morir cada día un poco más

Morir cada día un poco más

recortarse las uñas

el pelo

los deseos

aprender a pensar en lo pequeño

y en lo inmenso

en las estrellas más lejanas

e inmóviles

en el cielo

manchado como un animal que huye

en el cielo

espantado por mí.

Escucha dos de sus poemas en voz de nuestra directora, la escritora Sandra Lorenzano, en el programa de radio “Letras Violetas: Blanca Varela”, de Violeta y oro.

¿Quieres conocer un poco más de su obra?

Te invito a visitar este Material de Lectura UNAM, en donde podrás encontrar algunos de sus poemas, te aseguro que lo disfrutarás.

Cuéntanos qué te pareció, ¿ya la conocías?.