Fuente: Gaceta UNAM

El poeta Luis García Montero refiere cómo la escritora asumió la tarea de hacer los episodios de la guerra civil

Almudena Grandes vio que la guerra civil española había supuesto la cancelación de una España que no sólo era la identificada con el proletariado y con los partidos obreros, sino también la de unas clases medias que habían optado por la libertad, por la cultura, por la educación y donde un desnudo no era un escándalo, señaló el poeta Luis García Montero.

En el homenaje rendido a la escritora española en la Fiesta del Libro y la Rosa, García Montero, acompañado de Rosa Beltrán y Benito Taibo, afirmó que Almudena asumió la tarea de hacer los episodios de una guerra interminable. “Cubría veinticinco años, desde el final de la guerra hasta 1964, según su plan, en el que iba a contar todo lo que había ocurrido por culpa de un golpe de Estado, así como la represión en la gente que había tenido que salir al exilio o aprender a resistir frente a la intolerancia o que había hecho redes clandestinas para luchar por la libertad”.

Añadió que en este momento trágico y sin perder de vista que las historias son transversales y que todos vamos en la misma navegación, “siempre se interesó por contar la historia desde la perspectiva de las mujeres que, o bien se veían envueltas en la militancia o bien sostenían a la familia cuando el marido militante entraba en la cárcel, o bien que tenían que ayudar, inventarse por ejemplo un restaurante en el sur de Francia para poder mantener a una familia de exiliados. Yo creo que lo que caracteriza la evolución de la narrativa de Almudena, además de su preocupación y de su compromiso con los valores cívicos e ideológicos que le importaban, es el momento en el que decidió no ser famosa sino ser una buena escritora”.

Cuando se abre la puerta de la calle,
la nevera adivina lo que supo mi cuerpo
y sugiere otros títulos para este poema:
completamente tú,
mañana de regreso, el buen amor,
la buena compañía”

Completamente viernes (fragmento)
Luis García Montero

El éxito

García Montero, quien fue esposo de la escritora, indicó que la novela Las edades de Lulú tiene que ver con la España que ella vivió en su juventud, “que no sólo trajo la democracia, consiguiendo que a la muerte del dictador se empezara a votar y hubiese una legalidad democrática, sino también se distinguió de la España de la dictadura y sus costumbres en todo lo que se refería a la cultura, la sexualidad y la religión”. La libertad no es simplemente votar cada cuatro años, “también es preguntarse muchas cosas sobre las relaciones sociales, las relaciones humanas, las costumbres, y yo creo que eso es lo que late en Las edades de Lulú y lo que ella intentó recoger: una novela erótica, pero al mismo tiempo ese erotismo se llenaba de significación social de una generación que estaba rompiendo toda la educación clerical que había impuesto el franquismo”.

Contó que la novela se convirtió en un éxito impresionante, con muchos libros y traducciones, y la versión en el cine. “Almudena decía que estaba muy agradecida porque ella trabajaba escribiendo notas para una editorial y el éxito le permitió la libertad de dedicarse a la literatura y vivir de la literatura. Entonces tomó una decisión: a pesar del éxito o precisamente por el éxito, ella tuvo claro que le interesaba ser escritora, no ser famosa. Le llegaban propuestas de todo tipo para cualquier cosa, pero ella lo que hizo fue optar por la literatura y en ese sentido no convertir el mundo de Las edades de Lulú en una especie de industria de éxito fácil que le hubiera permitido seguir convirtiéndose en una autora de bestsellers”.

Expresó que la siguiente novela, Te llamaré viernes, “es muy difícil en el sentido de que hace falta concentración de lectura para ver el interior de los personajes. Sus ilusiones y tragedias ya no están tan claramente expuestas como en Las edades de Lulú, y la gente quiso comparar el éxito del primer título y convertir en un fracaso que el siguiente no vendiese tantos libros. Ella tuvo claro que la dificultad de la nueva novela tenía que ver con su apuesta por la literatura”.