Salud sexual en mujeres que aman a otras mujeres

Por Vianey Mejía (FFyL)

¿Qué es la salud sexual?

La salud sexual no se limita a la ausencia de dolencias en el cuerpo: es un estado de bienestar a nivel físico, psicológico, emocional y espiritual, en lo tocante a todo lo relacionado con nuestra orientación, preferencias, prácticas y deseos sexuales.

Para conseguirla, es fundamental que tengamos acceso a servicios de salud dignos, a información objetiva y libre de prejuicios, así como a una vida libre de marginación o persecución por motivo de nuestra sexualidad. 

Muchas veces la discriminación hacia las personas que se salen de la heteronorma, hace que éstas eviten acudir a los servicios de salud por temor a ser maltratadas u objeto de alguna vejación.

En el caso de las mujeres lesbianas, es fundamental acudir a revisiones ginecológicas de manera periódica para descartar cualquier afección presente o futura.

Estudios de rutina

Incluyo información sobre la salud sexual mamaria porque generalmente los realizamos junto con otros exámenes para nuestra salud sexual. Nunca está de más conocer esta información ;)

Autoexamen de mama

Para cuidar la salud de nuestros senos es fundamental hacer autoexploraciones de mamas cada mes, a partir de que cumplimos 25 años. Esto con el fin de detectar cambios o irregularidades en la forma, volumen o condiciones de nuestro tejido mamario. 

En este enlace podrás encontrar una guía para hacer este chequeo.

Ultrasonido mamario

Después de los 25 años y antes de los 40, cada año habremos de realizarnos un ultrasonido mamario como parte de nuestra rutina ginecológica. También puedes pedir que te realicen uno si en la autoexploración detectas algún bulto inusual. 

Realizar los ultrasonidos o ecografías mamarias nos permitirá prevenir y diagnosticar a tiempo un posible cáncer de mama: una de las principales causas de mortandad entre las mujeres del mundo.

El ultrasonido de mama se realiza deslizando un transductor (como el que le ponen en la pancita a las mujeres embarazadas) sobre la piel del pecho y parte de las axilas. La ginecóloga te pondrá un gel sobre la zona a explorar y mirará en la imagen cualquier situación anormal.

La única preparación que necesitas para este estudio es higiene o aseo general y no usar antitranspirante, desodorante, loción o talco pues pueden interferir con los resultados.

Mamografía

Este es un estudio que debe realizarse después de los 40 años y debe hacerse de manera anual. Si tienes menos de 40 años la opción de prevención para ti es la ecografía o ultrasonido mamario.

La mamografía es una radiografía que se realiza presionando las mamas con dos placas de plástico. Se arroja una imagen de rayos X que indicará si hay alguna lesión en el tejido de los senos.

Aquí más información sobre este procedimiento.

 

Según distintos estudios y encuestas, las mujeres lesbianas y bisexuales solemos saltarnos las visitas ginecológicas para no tener que pasar por experiencias victimizantes ocasionadas por la desinformación que existe sobre nuestra sexualidad.

No tengas miedo de realizarte estos estudios, son una pieza fundamental del autocuidado que nos debemos. Siempre puedes ir acompañada, y recuerda que es deseable que encuentres alguna ginecóloga de cabecera en la que puedas confiar y con quien sentirte cómoda, esto con el fin de evitar las múltiples salidas del armario cada que cambiemos de médicx.

 

Exudado vaginal

Déjame decirte que yo incluyo este estudio en mi rutina ginecológica a fin de descartar infecciones comunes por hongos o bacterias. Al igual que yo puedes hacerlo junto con tu check up de rutina, pues así aprovecharás que ya te han instalado el espéculo para la citología (Papanicolaou).
Este examen es útil cuando detectas flujo inusual (con mal olor por ejemplo), ya que te dirán que microorganismo lo está causando y lo podrás tratar de manera puntual y efectiva.

Citología

Este estudio es más conocido como “Papanicolaou”. Aunque se dice que debes hacerlo desde el inicio de tu vida sexual en el caso de quienes no tienen sexo con varones lo recomendable es hacerlo a partir de los 25 años con una regularidad de 3 ó 5 años, según te indique tu médicx.

Con este análisis se pueden detectar alteraciones de las células cervicouterinas y detectar ciertos microorganismos patógenos presentes en tu vagina. En caso de encontrar alguna alteración de especial preocupación se te pedirá que te realices una Colposcopía.

La preparación para el PAP (citología o Papanicolaou), es aseo general y evitar durante 3 días antes de la prueba, sexo vía vaginal, uso de duchas vaginales, medicamentos, juguetes o lubricantes vía vaginal, así como tampones, cremas, polvos o cualquier otra sustancia.

El mejor momento para realizarlo es 5 días después del término del periodo menstrual. Aunque se puede hacer en cualquier momento, incluso durante el sangrado.

Colposcopía

Esta prueba se realiza solamente cuando el Papanicolaou arroja resultados anormales. Se usa para descartar lesiones cancerosas o precancerosas en el cuello de la matriz. Aunque también puede darse el caso de que la ginecóloga lo prescriba sin citología previa. Esto para descartar otro tipo de afecciones como pólipos, infecciones, displasia o para llevar el control médico de alguien ya diagnosticada con VPH.

Aquí también se servirán de un espéculo, solo que ahora, mediante una especie de binoculares el personal médico observará de manera cercana y detallada el cuello uterino. Las precauciones a tomar son las mismas que mencioné para la citología, sólo que ahora no la podrás realizar durante la menstruación a fin de no interrumpir la visión de la especialista.

Ultrasonidos pélvicos

Los ultrasonidos ayudan a detectar y controlar distintos padecimientos propios de las mujeres y las personas con útero (que no se identifican con ser mujer), tales como miomas, quistes, irregularidades en la forma y posición del útero, salud de las trompas, verificación de la colocación correcta de métodos de control de la natalidad, embarazos, etc.

Existen 2 tipos de estos ultrasonidos útiles para la salud sexual y reproductiva de las mujeres: el ultrasonido abdominal y el transvaginal.
Dependiendo de lo que tu médicx considere, te recomendará uno u otro.

Prácticas sexuales e ITS

El falocentrismo que intersecta toda nuestra cultura, ha ocasionado el surgimiento de ideas erróneas o parciales sobre las prácticas sexuales entre mujeres.

Muchas veces la sociedad e incluso el propio personal médico, tiene la tendencia a creer que como lesbianas no corremos el riesgo de contraer enfermedades o infecciones de transmisión sexual sólo por el hecho de no existir penetración heterosexual.

¿Cuántas veces no hemos notado comentarios que insinúan que el sexo entre mujeres “no vale”? De hecho, en muchos manuales (incluso de índole científica), se cataloga como “juegos previos” al sexo oral, a los besos, caricias y otras prácticas que no incluyan la penetración. Las mujeres sabemos que el sexo no se limita a eso.

Debido a estas creencias, las lesbianas y bisexualas, poseemos muy poca información teórica sobre padecimientos que se transmiten sexualmente de mujer a mujer. Casi todo lo vamos aprendiendo “sobre la marcha”, y aunque suene trivial, esto constituye una omisión clara por parte de las autoridades encargadas de coadyuvar al ejercicio de nuestro derecho a la salud.

Ya que las lesbianas no tienen sexo con varones, tienden a no usar protección al descartar el riesgo de embarazos no deseados. No obstante, muchas enfermedades pueden transmitirse por contacto sexual entre mujeres

Recordemos que incluso sin tener contacto sexual, las mujeres podemos desarrollar infecciones que derivan de alteraciones del ph vulvar o vaginal: cualquier desequilibrio en las condiciones de humedad, temperatura u otras en nuestro sistema genital puede causar un desequilibrio en las bacterias que existen de por sí en él. De igual modo puede proliferar algún hongo o podemos adquirir virus por estas circunstancias.

Situaciones como baja de defensas, uso de ropa antitranspirante, artículos de higiene, fluctuaciones hormonales o hasta la alimentación pueden ocasionar afecciones leves (pero molestas), que son altamente contagiosas entre mujeres por las características de nuestro cuerpo. Ejemplos de ello son la vaginosis ocasionada por un cambio de PH que puede ser ocasionado incluso por la menopausia o la candidiasis, provocada muchas veces por la proliferación excesiva de un hongo que vive en nuestro cuerpo de forma natural.

En este manual podrás conocer con mayor detalle las enfermedades e infecciones que puedes contraer dependiendo del tipo de práctica que realices con otra mujer.

Prevención

En estos casos, como en casi todo, nuestra mejor amiga es la prevención. Acudir a nuestros chequeos ginecológicos, contarle cualquier cambio o sospecha a nuestrx doctorx, nos ayudará a gozar de una buena salud sexual y por ende de relaciones gozosas y satisfactorias. Cuidar de la salud de nuestra genitalidad es un acto de amor propio y de respeto hacia la compañera con la que compartimos nuestras prácticas.

Existen además muchas formas de cuidarnos de no contraer algún virus o afección. La higiene adecuada, el uso de ropa interior de algodón (¡cuando la laves no uses suavizante de telas!, altera tu PH), así como las prácticas protegidas vía barrera: condones orales, vaginales o barreras dentales (dam), te ayudará a prevenir cualquier desperfecto.

Recuerda que hay una amplia gama de artefactos divertidos para disfrutar de la sexualidad con tu compañera, pero debes tomar tus precauciones. Como dice el dicho “El sexo no debe ser peligroso para ser divertido”:

Cuando utilices dildos o vibradores, éstos deben estar limpios. Deben ser almacenados adecuadamente (no vale guardarlo a lado de los juguetes de tu perritx), para evitar la proliferación de hongos o bacterias que puedan afectarte.

Puedes usar un preservativo femenino si tú y tu compañera, o compañeras, sexual/es comparten el juguete. También pueden usar condones masculinos sobre el juguete y colocar uno nuevo cuando cambie de usuaria.

Existen jabones especiales para juguetes sexuales, pero en ocasiones son caros. Podemos lavarlo con nuestro jabón íntimo y hervirlo para asegurarnos de que el juguete quede esterillizado.

Para practicar sexo oral (en cualquiera de sus presentaciones) puedes usar sábanas de latex: hay algunas diseñadas especialmente para este fin, que tienen sabores, olores y que son libres de aceite para evitar esa sensación grasosa en la boca que dejan los condones convencionales.  Pero como todo lo poco común, suelen ser caros o difíciles de conseguir. Si te hallas en una urgencia o simplemente así lo decides, puedes recortar un condón masculino (que suelen ser más baratos y hasta gratis).

En fin, por mucho que le cueste a algunxs creerlo, nuestro goce y disfrute son un derecho. Es por ello que el acceso a métodos de barrera, al igual que los estudios de salud antes mencionados pueden ser adquiridos por ti o tu compañera de manera gratuita.

Aquí te decimos dónde puedes acceder a campañas de mastografías subsidiadas por el Estado, para que cuidarte ¡no te cueste! 

Feliz Día de la existencia lesbiana ;)