En la Universidad Nacional Autónoma de México tenemos convicción en el camino que estamos transitando como sociedad para alcanzar la igualdad sustantiva y el pleno goce de los derechos fundamentales de las mujeres universitarias y de todo el país.  Por ello reconocemos y aplaudimos el avance sustancial e histórico que ha tenido la SCJN con sus recientes resoluciones al argumentar la inconstitucionalidad de la penalización del aborto en Coahuila y con ella, en todo el país; así como la invalidez del artículo 10 bis de la Ley General de Salud, rechazando así la objeción de conciencia que podría constituir una posible interferencia o violación injustificada a otros derechos de las mujeres establecidos y protegidos por la ley, como lo expuso el propio Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW).

La lucha feminista de activistas, académicas, legisladoras, abogadas, etc. por garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres ha sido larga y hoy se ve reflejada en las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Dichos derechos deben estar garantizados por el Estado y son prioridad para hacer efectivo el derecho a una vida libre de violencia contra las mujeres.

La CIGU aplaude los fallos de la SCJN y alienta para seguir con dichas transformaciones con el enfoque de perspectiva de género, interseccional e intercultural que elimine las desigualdades que las mujeres vivimos, por el simple hecho de serlo, en los diferentes contextos. La UNAM educa con perspectiva de género y de ese modo se compromete con la transformación de su vida comunitaria.

Por una vida libre de violencia de género, seguirá hablando nuestro espíritu universitario.

Coordinación para la Igualdad de Género UNAM