Por Vianey Mejía (FFyL UNAM)
Imagen: Rut Ruiz (FAD UNAM)

Hoy 5 de mayo, se festeja el Día Internacional de la Partera

Las parteras, también conocidas como comadronas, doulas, matronas, comadres y obstetras son mujeres que desde tiempos milenarios han asistido en el nacimiento de la vida: están presentes y acompañan a otras mujeres durante su embarazo, parto y puerperio, el periodo inmediato de recuperación después del alumbramiento hasta que el cuerpo de la mujer vuelve a sus condiciones pregestacionales. Nuestras mamás y abuelitas también le llaman a esta etapa “cuarentena”.

La ciencia y el control de nuestros cuerpos

Dada su enorme labor, las parteras tienen un valioso reconocimiento dentro de sus comunidades, sin embargo, con la llegada de la “ginecología moderna” y su “padre” (sí, por increíble que nos resulte ahora), los conocimientos ancestrales que estuvieron en manos de las mujeres por ser ellas quienes conocen los procesos de sus cuerpos, pasaron en nombre de la ciencia a manos de los varones, que eran los únicos que en ese entonces tenían el acceso a las universidades.

La “Medicina Moderna” y la Violencia Obstétrica

Este paso ha dado lugar a múltiples formas de violencia obstétrica, empezando por imponer una posición para parir nada cómoda ni natural para las mujeres, lo que complica los nacimientos y prolonga más un proceso de por sí desgastante.

En muchas ocasiones se realizan intervenciones de manera rutinaria en lugar de realizarse sólo en caso de necesidad como la cesárea y la episiotomía (incisión en el perineo y la vagina para facilitar el parto). Tampoco se respetan los tiempos del cuerpo y se minimizan los sentires de las mujeres que están a punto de dar a luz:

 “no seas exagerada”, “deje de estar de llorona”, “ah pero cuando lo hizo no le dolía” 

Son frases de maltrato psicológico y emocional hacia una mujer que se encuentra en un momento de altísima vulnerabilidad. Es por eso que miles de mujeres han decidido regresar con las matronas por un parto más suyo, más empático y más amoroso.

Reconocimiento y dignidad en la labor de las parteras

Las matronas o parteras realizan distintos procesos además de la asistencia en el alumbramiento, como consultas durante el embarazo, consejos de alimentación antes y después del momento de dar a luz, sentir cómo “viene” el feto para dar masajes y acomodar su posición para un parto natural sin necesidad de intervención quirúrgica, y, en ocasiones, ellas mismas realizan y suturan la episiotomía. 

Las parteras son la única opción para las mujeres de las comunidades más lejanas a las ciudades que centralizan los servicios de salud. Su función es vital, cuestión de vida o muerte para la mujer y su bebé.

En el contexto de la pandemia por el virus del COVID-19 su imprescindible papel ha sido evidente. Ante el desabasto de los hospitales públicos y privados hoy más que nunca es necesario que se les capacite con nuevas tecnologías, equipos de ultrasonido para dar seguimiento fetal, y otras herramientas que les permitan enriquecer su ya tan profundo conocimiento que sigue, a pesar del tiempo, en digna resistencia.

Bacila Zec Uc, la última partera de Yaxhachén

Amanda Strickland plasma en el documental Jats´uts Meyah (Hermosa labor) la historia de Bacila Zec Uc, mujer de 92 años conocida como la última partera de la comunidad maya Yaxhachén, te invitamos a conocerlas.

Mira el documental aquí.

¡Por una ginecología que vuelva a nosotras, nosotras con las parteras!