Por Joyce Ramírez

La materia “Género, Violencia y Ética Comunitaria”, impartida en la Facultad de Filosofía y Letras UNAM, es el resultado del esfuerzo colectivo de toda la comunidad universitaria por lograr la igualdad de género. En un primer momento esta materia fue impartida a ocho grupos de los primeros semestres de licenciatura, hoy se puede decir que se amplía a quince grupos. 

Georgina Romero, Patricia Piñones, Carolina Terán, Gemma del Carmen Arguello, Marisa Belausteguigoitia, Liliana Valladares y Cintia Martínez son las docentes que imparten esta materia, quienes además participaron en la planeación de la misma.

¿Cuál es la importancia de impartir materias de género en la Universidad?

La importancia radica en poder abordar temas de género desde una perspectiva teórica y metodológica pero sobretodo que este conocimiento pueda llegar a la práctica, a la acción. Se invita a realizar reflexiones críticas que vayan a lo personal, a la experiencia de cada uno.

Ahora bien, en concreto la asignatura “Género, Violencia y Ética Comunitaria” es un referente para que otras Facultades impulsen sus materias relacionadas al género desde una perspectiva feminista e interseccional. También se planea poder llevar este tipo de materias a los CCHs y Preparatorias de la UNAM. 

Los retos 

Las clases en línea son en sí mismas un reto, al que todos nos estamos adaptando, poder impartir una materia de esta índole implicó adaptar el curso a las necesidades que las alumnas, alumnos y alumnes fueron teniendo. Hay muchas dudas, y ciertas resistencias, respecto a los temas de género, pero espacios como los creados por estas asignaturas, son los que permiten solucionarlas y abrir el debate, siempre desde el respeto. La creatividad, la tecnología pero sobretodo la disposición fue lo que logró que los diversos retos fueran sobrellevados. 

Cada clase fue distinta, puesto que cada profesora le dio un punto de vista único. Si bien, se tenía un plan de estudio, que en los primeros módulos son más teóricos, las docentes buscaron la forma de hacerlo más didáctico, inclusive más como un taller. Recursos como el cine, literatura; especialmente la poesía, arte, performance e invitadas fueron una parte fundamental para hacer de esta materia todo una experiencia. 

“No saben que curso tan bello, que estudiantes tan comprometidos con la poesía, comprometidos con los estudios de género pero como una experiencia de constelaciones, de puntos de luz que se unen: ¡Estos son los estudios de género!. Pero también sabiendo dónde está la UNAM […] tuvimos varias sesiones donde narraban que habían tenido profesores tremendos, eso lo pusimos enfrente y le dimos el lugar que tiene porque esta asignatura no solo se creó para para que murieran leyendo a Octavia Butler y ciencia ficción […] sino para que supieran que van a entrar a una facultad que está provista y proveyéndose de las estructuras más efectivas y de los procesos más cuidadosos para que ellas se sientan protegidas y que sientan que tienen una comunidad que no va a permitir cuestiones de acoso y de hostigamiento”, comentó Marisa Belausteguigoitia.

La mayoría de las clases fueron dadas de manera asincrónica, de tal manera que no había tiempo suficiente para dialogar, se mantuvo una línea de comunicación, que inclusive después de haber concluido el curso, varios alumnos se mantuvieron en contacto con sus profesoras para mantener el diálogo abierto. 

Un exitoso piloto

Cada profesora tuvo experiencias similares y diferentes a su vez, su interés y entusiasmo enriquecieron los cursos. Este primer semestre fue evaluado por la Comisión Tripartita Autónoma de la Facultad de Filosofía y Letras, con el objetivo de hacer un monitoreo y ver qué modificaciones se tienen que realizar a la asignatura. Se vio una respuesta positiva por parte del alumnado, mostrando que es una experiencia importante en la formación de los universitarios y que se tiene mucho que trabajar para lograr la igualdad en la UNAM. 

Te dejamos la mesa en donde podrás escuchar de viva voz las experiencias de las profesoras: