Por Coyolxauhqui Sánchez.

Durante varias generaciones hemos escuchado hablar de mujeres que lucharon por los derechos y exigieron igualdad en una época donde la palabra feminismo aún era poco conocida y muy estigmatizada, incluso, era mejor visto llamarse “humanistas”, ¡qué bueno que las cosas han cambiado! 

 

 

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En la actualidad, gracias a todas las mujeres que hemos alzado la voz, es más sencillo identificarse como feminista, tal es el caso de Elizabeth Zetina y Naomí Cárdenas, estudiantes de bachillerato de la UNAM, quienes con solo 17 y 18 años tuvieron un diálogo con Carmen Saavedra, feminista, poeta, performancera y funcionaria pública que nos habla de su experticia y lucha desde 1990.

 

El territorio

A diferencia de años atrás, existe un movimiento consolidado que lucha por desventajas todavía presentes en la vida de las mujeres; el derecho a estar en espacios seguros sigue siendo utópico y es precisamente sobre esto de lo que hablaron Elizabeth y Noemí, quienes sacrifican su manera de vestir y han modificado conductas a causa de actitudes machistas y sexistas por parte de los hombres. Ellas saben que una vez que salen a la calle están en desventaja.

Tanto Noemí como Elizabeth afirman que hemos llegado a un momento de la lucha en donde todas estamos más unidas y reconocemos que somos feministas sin miedo. Sin embargo, no siempre fue así, Carmen recordó que cuando era joven las luchas respondían a otros intereses

“Nosotras no nos imaginábamos que el movimiento llegara a ser tan grande como el movimiento feminista que hoy hay, antes la revolución era sobre el proletariado… nos daba vergüenza decir que éramos feministas y nos llamábamos ‘humanistas’, ¡qué vergüenza!”

Pero, a lo largo del tiempo, llegas a vivir actos de conciencia, como el que Carmen experimentó en la marcha en contra los asesinatos de las mujeres en Ciudad Juárez y justo en ese momento es cuando se autonombra feminista.

Apropiarse de los territorios es fundamental para hacer una conciencia colectiva, el cuerpo también es un territorio del que nos debemos adueñarnos, y la rebeldía es el camino que nos lleva a bordar el cambio que tanto estamos buscando.

Lo que nos dejó el diálogo entre mujeres de diferentes generaciones “Violeta: historias de territorio y rebeldía”, que fue moderado por la Dra. Cecilia Contreras, es que cada mujer asume su deconstrucción de diferente manera, y la forma de asumirse feminista está siempre relacionada con el contexto y experiencias de cada una: pero el feminismo, desde hoy y para siempre, alcanzará a las mujeres de todas partes. 

 

¡Una feminista se hace así misma con su historia!

Consulta conversatorio Violeta: historias de territorio en:

https://fb.watch/4rFKurhpeH/