Realiza el CIEG las Jornadas de Refleacción 25N; el propósito es establecer alianzas y generar un diálogo.
Diana Saavedra
Con el propósito de establecer alianzas en favor de la lucha por los derechos de la mujer, el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) realizó las Jornadas de Refle-acción 25N: Violencia contra las Mujeres Universitarias.
Efectuado como parte del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este encuentro busca generar un diálogo sobre las violencias y las acciones llevadas a cabo, que sirva de parámetro para articular medidas en favor de todas, dijo Lilian Ayala, académica del CIEG y moderadora de la mesa Acciones Organizadas de las Universidades contra la Violencia.
Las hermanas Mirabal
En el Auditorio Mario de la Cueva de la Torre II de Humanidades, Lucía Núñez, también del CIEG, recordó que el 25N conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa (1960), activistas de República Dominicana.
“Ellas organizaron el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, en el que denunciaron la violencia de género en el ámbito doméstico, la violación y acoso sexual a nivel de Estado, incluida la tortura y abusos que sufrían las prisioneras políticas, hecho por el que fueron asesinadas en 1960.”
Representantes del Colectivo Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de la Universidad Autónoma de Sinaloa y de El Colegio de México reflexionaron acerca de la manera en que se cuidan entre ellas y la visibilización de este problema en sus respectivas instituciones, con el propósito de que las denuncias de las siguientes generaciones sean atendidas de mejor manera.
“Gran parte del diálogo ha ocurrido a partir de los puntos de encuentro generados por nosotras mismas. No estamos dispuestas a trabajar con personas que encubran a agresores o que los respalden; ése es un límite para saber con quién laboras y con quién no”, destacaron algunos miembros del Colectivo Mujeres Organizadas.
El organismo busca generar acciones que permitan visibilizar la violencia, sin protagonismos, pues el objetivo es que su lucha perdure a través de las generaciones, subrayaron.
Cuatro jóvenes, en nombre del colectivo, resaltaron que sus acciones representan una memoria histórica y que es necesario contar con espacios para encontrarse y acompañarse.
Romper el pacto patriarcal del silencio
Itzel Avilez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y Ximena León, de El Colegio de México, promotoras de movimientos feministas en sus respectivas instituciones de educación superior, apuntaron que gracias a la participación colectiva, los espacios de discusión horizontal y los tendederos de denuncias, han sido visibles y sensibilizado a la sociedad.
Las acciones anteriores han llevado a romper el pacto patriarcal del silencio, haciéndolas cada vez más visibles en pro del respeto a la mujer, dijeron.
Asimismo, señalaron que el problema radica en que se han minimizado las denuncias de acoso en las instituciones, así como las formas en que se abordan, por lo que los grupos feministas han sido la opción que ha permitido respaldar a las víctimas.
Por último, dijeron que las manifestaciones cesarán cuando se solucione el problema de fondo
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